Al norte de la Provincia de Huesca, en pleno Pirineo Aragonés, se encuentra el encantador y sorprendente poblado de Broto. Le hace guiños al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y además el Río Ara divide su núcleo urbano en dos partes.
Nos regala un espectacular paisaje de montañas, así como de la Cascada de Sorrosal y los increíbles monumentos heredados del pasado, que dibujan un conjunto maravilloso.
BROTO-Pueblos mas bonitos de Huesca. Foto por Juan R. Lascorz. Wikimedia Commons.
¿Por qué visitar Broto?
El pueblo de Broto, nos permite disfrutar de una coqueta villa dentro de un grandioso ambiente natural, donde la belleza se complementa de manera original.
Practicando el turismo de aventura, la naturaleza y el sonido del agua nos acompañan durante todos los paseos, llenándonos de aire puro los pulmones y cargándonos de buena energía.
Monumentos y sitios de interés
Cuando entramos a esta bella localidad, nos encontramos que el Río Ara divide al poblado en dos barrios: la zona llamada Los Porches, y la parte conocida como La Cruz; anteriormente unidas por un puente gótico, destruido durante la guerra civil española.
Entramos por el norte a Broto, un mágico pueblo de Huesca, y encontramos la Ermita de San Clemente, que desde 1578 es orgullo de sus habitantes.
Caminando llegamos hasta los restos del puente viejo, y muy cerca veremos un curioso edificio: la antigua cárcel. De esta estructura en forma de torre, del Siglo XVI, se comenta que se construyó con fines defensivos.
Posteriormente se convierte en prisión y en las paredes de sus mazmorras, se pueden ver claramente una serie de grabados, realizados por algunos de los reclusos que, desafortunadamente, se encontraron purgando pena allí.
Muchos de estos dibujos giran sobre temas religiosos, mientras la minoría reflejan imágenes de animales o plantas; en algunos inclusive se puede ver la fecha y el nombre del detenido.
Al lado está la casa del valle, espacio donde se gestionaban los recursos, que provenían principalmente de la actividad pecuaria, además de otros rubros. De igual forma, al parecer se impartía justicia, y pronto los condenados eran llevados a la cárcel anexa.
Mientras recorremos Broto, descubrimos asombrados, que existen algunas callejuelas que terminan en laberintos, los cuales se logran salvar al cruzar los pasadizos debajo de las casas.
Y si nos detenemos a observar las añejas residencias, disfrutamos con sus paredes de piedra, cargadas de centurias,al igual que las características chimeneas, típicas del alto Aragón.
Hemos llegado hasta la Iglesia de San Pedro Apóstol, que desde el Siglo XVI, se convierte en un espacio de visita obligada y también de recogimiento espiritual, en el punto más alto de la villa.
Otros lugares de Broto que debes conocer
Un lugar entrañable que nos ofrece hermosas postales, es la Plaza Herrerías, conocida popularmente como de los Porches o el matadero.
A pesar de ser un poblado pequeño, abundan otros templos religiosos, tal como la ermita de San Blas, hermosa y rústica construcción en piedra, presuntamente del Siglo XI.
En una reciente restauración, se logró traer de nuevo a la vida el antiguo altar, y se encontró una lipsanoteca; de igual manera se descubrieron unos “frescos”.
En las afueras del pueblo se halla la Iglesia de San Saturnino, en la aldea de Oto. Es de origen románico y ha sido transformada a lo largo de los siglos; destaca su hermosa Torre.
Pero Broto no es sólo edificios antiguos. Un exuberante medio natural le rodea, y es así, que a poco menos de 5 minutos de esta fascinante villa, descubrimos la Cascada de Sorrosal, espectacular caída de agua de 50 metros, símbolo icónico de esta localidad.
En ella se puede practicar rapel, para descender al lado de la misma, o sortear la vía Ferrata.
Los alrededores de esta atractiva población, también nos invitan a practicar senderismo, a través de las distintas rutas demarcadas; descender los barrancos de Furco o la Garganta de Escuaín, sobrevolar en parapente la zona, o visitar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido.
Este Parque está declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, igualmente, de ser Reserva de la Biósfera y Zona de Protección para Aves.
Fiestas y Gastronomía en Broto
Las tradiciones se conservan en Broto y son la mejor forma de conocer a este pueblo, cuando por febrero se llevan a cabo las Fiestas de invierno en honor a San Blas, con romería hasta la ermita del Santo.
En septiembre es la feria ganadera, mientras que se preparan, para celebrar en el mes de octubre la Fiesta Mayor, en la cual se honra a la Virgen del Rosario, destacando la danza del palotiau.
Hacemos un alto, y disfrutamos de la deliciosa cocina brotense, donde no falta el cerdo o la ternera, acompañados de espárragos o cardos, y una buena copa de vino. La comida en invierno es contundente.
La hermosa locación de Broto, con el Parque Monte Perdido en el fondo, resulta más que atrayente, sobre todo, para aquellos que buscan un poco de acción dentro de la misma Madre Naturaleza, pero con largos momentos de silencio y relax.
Los paisajes montañosos del pie del Pirineo, lo hacen un destino turístico absolutamente inolvidable.