Viajando por el País Vasco nos desplazamos hasta Guipúzcoa, y en la Comarca de Urola Costa visitamos Azpeitia, la tierra donde nació San Ignacio de Loyola.
Su sorprendente patrimonio histórico y monumental, con el río Urola cruzando por el pueblo, se completa con unos paisajes naturales, que nos permite reconocer el esplendor de esta villa.
AZPEITIA-Pueblos mas bonitos de Guipúzcoa. Foto por MauricioBurbanoA. Wikimedia Commons.
¿Por qué visitar Azpeitia?
Ubicada a unos 40 kilómetros de San Sebastián. La “Noble y Leal” villa de Azpeitia tiene una ubicación privilegiada, un fantástico casco urbano, lleno de hermosas edificaciones, herencia de un pasado brillante.
También se percibe en el ambiente, esa aureola especial que se formó con el fundador de la Compañía de Jesús, dando una especial sensación a todo aquel que visita este formidable poblado.
Monumentos y sitios de interés
La memoria histórica azpeitiarra la empezamos a conocer en la Plaza Txikia, donde veremos el edificio del Ayuntamiento, que originalmente fue el “Monasterio de los Agustino”, destacando en una de sus esquinas el escudo de la villa.
Cerca se halla la Casa Altuna, del Siglo XVI. Su estilo mudéjar y aristocrático la hace inconfundible. Mientras seguimos recorriendo las calles de Azpeitia, nuestro paseo nos lleva a ver otras casas medievales que mantienen su elegancia.
Así llegamos hasta el Palacio Antxieta, de enorme atractivo desde el Siglo XV, ya que su fachada está repleta de detalles árabes. Actualmente se usa como sala de exposiciones.
Continuamos en el casco histórico, y a pocos pasos, nos detenemos frente a la Iglesia de San Sebastián de Soreasu. Se construyó en el Siglo XVI, sobre los restos de una edificación de probable origen Templario.
Su fachada es absolutamente monumental, lo que nos lleva a comprender, cuán simbólico, lleno de fe y devoción, resulta cruzar su gran arco.
En el interior destaca la Capilla de la Soledad, donde está el mausoleo de Don Nicolás Sáez de Elola.
Además, resaltan el Retablo del Siglo XVII en su Altar Mayor, y la pila bautismal, donde se dice fue bautizado Iñigo de Loyola, o como es conocido: San Ignacio de Loyola.
Cerca, veremos los antiguos lavaderos, muy bien conservados y usados por las mujeres de la localidad.
Vamos bordeando el río Urola, y por la calle Magdalena Auzoa llegamos al Hospital de la Magdalena, que ya para 1520 atendía enfermos de lepra, así como otras patologías. Allí estuvo hospitalizado San Ignacio de Loyola durante 3 meses, luego de su retorno desde París. Ahora funciona como Centro de Interpretación.
A su lado se ubica la Ermita de la Magdalena, donde el Santo acostumbraba predicar al pueblo azpeitiarro.
Otros lugares de Azpeitia que debes conocer
Otra residencia solariega que debemos visitar es la Casa Enparan; para ello cruzamos el río, llegando a lo que fue la casa de esta noble familia, desde el Siglo XIV hasta bien entrado el Siglo XX. Actualmente allí funciona la Biblioteca.
No muy lejos está la Casa o Palacio Basozabal, otra edificación del Siglo XIV que todavía se mantiene en pie.
No podemos dejar de conocer el Santuario de Loyola, todo un complejo de edificios en el valle del río Urola, construidos alrededor de la casa donde nació este ilustre ciudadano de Azpeitia, un fascinante pueblo de Guipúzcoa.
Rodeado de montañas, la inmensa Basílica, con sus 62 metros de altura y amplia escalinata, atrapa la atención de todo el que acude a visitarla, por su descomunal cúpula.
La casa natal de Iñigo de Loyola, lugar de veneración, se encuentra protegida por las paredes exteriores de este Santuario; dentro de la misma y al parecer, se conservan algunas reliquias pertenecientes a su familia.
La Compañía de Jesús se encarga de mantener unos bellos jardines alrededor y detrás de la Basílica; además se encuentra el Museo de Arte Sacro, donde se exponen objetos litúrgicos, al igual que una importante biblioteca afín.
A escasa distancia está la Ermita de Nuestra Señora de Olatz, que desde finales del Siglo XIII se sitúa en un paraje envidiable y desde el cual se rinde culto a la Patrona de Azpeitia.
Gastronomía y Fiestas en Azpeitia
Todo el importante patrimonio de esta localidad, también se resume en los fogones guipuzcoanos locales, es así que la oferta incluye el famoso bacalao al pil pil, así como el marmitako. La ternera y el cordero a las brasas son una delicia. Para acompañar pedimos txacoli.
De postre nos sugieren las tartaletas con crema de almendra, también llamadas Ignacios de Azpeitia.
Las festividades en el poblado arrancan en enero, con las fiestas de San Sebastián, donde participa todo el pueblo. A finales de julio son los San Ignacios, la mayor fiesta popular que incluye corrida de toros, y para septiembre es la Feria Medieval.
Visitar el pueblo de Azpeitia, nos da la misma sensación de pisar “tierra santa”, ya que el fervor y respeto que se siente por San Ignacio de Loyola, se respira incluso en aquellos que hacen la ruta Ignaciana.
Caminar por sus calles, visitando sus monumentos históricos y religiosos, nos hace querer saber más acerca de esta villa vasca, que se quedó prendada en nuestro corazón y nuestra retina.
