En esta oportunidad viviremos una estupenda experiencia viajera, cuando conozcamos el pueblo de Femés, al sur de la isla canaria de Lanzarote.
Se ubica a una altura quizás superior a los 300 metros, y rodeado por volcanes que conforman el Macizo de Los Ajaches, la montaña más antigua del islote, con unos 7 millones de años.
FEMÉS-Pueblos más bonitos de Lanzarote. Foto por Wiki05. Wikimedia Commons.
¿Por qué visitar Femés?
El caserío es de una belleza pulcra y sencilla, con casas blancas y abundantes palmeras, las que le dan un toque original.
Su población alcanza las 200 almas, y los turistas quedan extasiados ante la belleza de un lugar que parece árido y accidentado.
Este enigmático municipio, además de sus fantásticos espacios naturales, sirvió de inspiración al novelista canario Rafael Arozarena para escribir “Mararía”, su novela más conocida.
Monumentos y sitios de interés
La aldea de Femés, combina la naturaleza salvaje e intimidatoria, con la historia de sus orígenes. Se comenta que fué fundada para servir como “guarida de piratas”, al igual que se registra como la primera capital del Archipiélago, durante el Siglo XV.
El coqueto pueblo es muy chico, así que su única edificación religiosa es la Ermita de San Marcial del Rubicón. Previamente había existido una Catedral, pero la misma fue destruida en el Siglo XVI, por bucaneros ingleses.
Debido a este hecho, se inicia la construcción de el santuario durante el Siglo XVIII, y así nos acompaña hasta nuestros días, con una arquitectura pura y típicamente canaria.
Su interior es austero, y al contrario de lo esperado no lo decoran piezas referidas al culto, sino pequeñas réplicas de barcos, para garantizar el retorno seguro y a salvo de los pescadores a sus hogares.
De igual forma, guarda la imagen de San Marcial de Limoges, Patrono tanto de la localidad como de la isla, por la cual los vecinos siente una especial devoción.
Frente a este templo se encuentra la Plaza, bastante amplia, e igualmente el Mirador de Femés.
Este exquisito balcón proporciona bellísimas vistas del sur de la costa, desde la carretera que nos lleva a este lugar, así como del trozo de tierra que penetra al mar, llamado Estrecho de la Bocaína y que permite la separación de las islas de Fuerteventura y Lanzarote.
Al tener tiempo, nos quedamos para disfrutar de los colores que ofrece el atardecer de Femés, un inolvidable pueblo de Lanzarote.
Los vecinos nos comentan que llevan muchas centurias viviendo de la agricultura, especialmente del cultivo de patatas, tomates y de algunos viñedos; al mismo tiempo, se dedican a la cria de cabras, de las cuales aprovechan la leche para fabricar deliciosos quesos.
Otros lugares de Femés que debes conocer
Muchos de los atractivos que contribuyen a darle más prestancia y estilo, al medio natural que rodea al caserío, son las pequeñas aldeas que se hallan a poca distancia.
A 4 Kilómetros se encuentra Las Casitas de Femés, exquisita zona rural del municipio de Yaiza, donde viven aproximadamente unas 100 personas, principalmente dedicadas a la actividad turística, y los excursionistas aprovechan para practicar senderismo.
De igual manera, visitamos la localidad de Maciot, la cual posee un área de gran interés arqueológico, ya que allí se encontraron piezas de cerámica, hueso y piedra, así como restos de moluscos, que al parecer, claramente pertenecieron a los aborígenes.
En diversas partes de esta geografía se han descubierto manifestaciones rupestres, como las que se divisaron en el Macizo de Ajaches, compuestas por símbolos e inscripciones alfabéticas, los que aún están en investigación.
Festividades y Gastronomía en Femés
El modo de vida campestre y apacible, de los moradores de esta interesante villa, toma un giro cuando celebran sus Fiestas Patronales, para honrar a San Marcial, el día 7 de julio.
Esta comunidad católica llena la pequeña Ermita, para acompañar a su Santo durante la procesión, en medio de cantos y bailes folclóricos. La conmemoración dura una semana, durante la cual hay distintos actos y actividades, para que participen tanto niños como adultos.
La otra gran ceremonia se lleva a cabo en octubre, donde luego de misas, se procede a hacer la procesión de la Virgen del Rosario por las calles del pueblo, al ritmo de cantos y peregrinos en romería.
La cocina local es la de toda la vida, donde empezamos probando los quesos ahumados o semicurados, y los enyesques, especie de tapa de pescado, acompañando con una copa de vino.
Podemos degustar el potaje canario, los pescados con papas arrugadas y mojo, o los guisos de conejo. De postre, es imposible no probar el bienmesabe, preparado al estilo de los isleños.
Resulta difícil alejarse de Femés, dejando estas calles y montañas tan singulares como impactantes.
Todas las imágenes se quedan en la memoria, retina y corazón, de cada persona que ocupa parte de su tiempo libre, para recorrer estos magníficos y milenarios paisajes, y ver los atardeceres más hermosos del mundo.