La encantadora villa de La Vilella Baixa en la catalana provincia de Tarragona, nos espera al amparo de la Sierra de Montsant.
Este particular y solitario pueblo se ubica por encima del río Montsant y el arroyo de Escaladei; así el agua discurre y su sonido nos atrae.
VILELLA BAIXA - Pueblos más bonitos de Tarragona. Foto por Marc Pascual en Pixabay.
Es tan espectacular que el escritor Josep María Espinás lo bautizó como “la Nueva York del Priorat”, y a medida que recorres sus calles, entenderás esta similitud.
¿Por qué visitar La Vilella Baixa?
Cuando te sumerges en las callejuelas de la atractiva localidad de La Vilella Baixa, verás las características casas que llenan sus pocos callejones y pasadizos; será toda una aventura y un reto caminar por estos tortuosos y angostos corredores, amén de lo empinados que son.
Veremos construcciones medievales, su linda Iglesia, y muchas curiosidades a lo largo de nuestro paseo.
Monumentos y sitios de interés
El pequeño, y a la vez seductor y llamativo caserío se puede visitar en corto tiempo. Afortunadamente es un lugar libre de la masificación turística, y pocos lo conocen, así haremos nuestra excursión en perfecta paz y a nuestro ritmo.
Inciamos el paseo por este fotogénico lugar, dejando el coche aparcado donde podamos hacerlo por la Calle Nou; cuando nos adentramos veremos la Calle Riu y bajando esas escaleras, tendremos las más impactantes imágenes de las casas a orillas del Escaladei.
Allí comprendemos qué es lo que hace especial a La Vilella Baixa. Desde esta perspectiva, sus casas dan la impresión de ser edificios clavados en la roca, con muchos pisos, y no es ilusión óptica.
Por la fuerte pendiente y desniveles de la montaña, las residencias originales tienen 7-8 pisos desde esa vista, y se accede desde el 4to piso por su entrada original.
Continuamos bajando y vemos un pequeño puente sobre el río Escaladei, formando una especie de barranco; aprovechamos de entrar en el casco antiguo, y nos llama la atención un alto campanario, que es lo que destaca hasta que nos paramos frente a la Iglesia San Juan Bautista.
Del Siglo XVIII, este emblemático templo de estilo neoclásico nos encanta con su peculiar escalinata de acceso, y una mínima plaza al costado.
Por la misma Calle de la Iglesia nos encontramos con un simpático recoveco: es el aparcamiento de brujas, donde veremos varias escobas acomodadas, y lo hace un espacio muy peculiar en La Vilella Baixa, el exquisito pueblo de Tarragona.
Buscamos otra curiosidad, y es que al recorrer la Calle que no pasa, descubrimos un laberinto de callejones con porche de arco, que era el viejo portal de acceso, y que no llevan a ninguna parte. Este es el callejón más antiguo de toda la villa.
Otros lugares de La Vilella Baixa que debes conocer
Acércate al cementerio de La Vilella Baixa, y te sorprenderá saber que allí se encuentra el sepulcro del escritor catalán Eduard Punset, aquel que decía que “…no se había comprobado que iba a morir…”.
En los límites, fuera del casco viejo, se encuentra el puente románico sobre el río, que le da mucha gracia al paisaje que divisamos.
Al ser tierras de vino, visita alguna de las bodegas, recorre sus instalaciones, conoce algo del proceso de producción de los “caldos” y remata con una degustación.
No puedes dejar de disfrutar de los hermosos campos repletos de viñedos, así como practicar senderismo en la ruta circular señalizada del Parque Natural de la Serra de Montsant, para que veas el rico patrimonio natural que ofrecen los riscos y despedañeros.
A menos de 3 kilómetros se encuentra el poblado de Vilella Alta, otro bonito caserío; por otro lado, a menos de 10 kilómetros llegarás a la Cartoixa d´Escaladei, la primera Cartuja en España, y el monumento principal del Priorat.
Otra sorpresa nos depara esta villa, ya que hace muy poco se han instalado luces de sodio anaranjadas, que dan un toque especial a las calles del poblado, sobre todo cuando subimos hasta la Coll de l´ermita por la noche.
Gastronomía y Fiestas en La Vilella Baixa
Estando por estas latitudes no podemos dejar de probar y comprar sus productos más cotizados, tal es el caso del aceite de oliva virgen extra, al igual que los extraordinarios vinos tintos y blancos con Denominación de Origen Priorat.
Por otro lado el dulce típico y tradicional son las cocas azucaradas con “saliandra y matafaluga”, o anís. No olvides degustar los embutidos artesanales.
Son escasamente 200 almas las que habitan este fantástico poblado, que dedican sus días a atender los campos y sembradíos, pero sacan tiempo para celebrar de manera especial a Santa Quiteria el 22 de mayo.
Durante el mes de junio se lleva a cabo la Fiesta Mayor y el homenaje a San Juan, y durante el 25 de julio se dedican a disfrutar con las fiestas de San Jaime.
El pequeño y mágico pueblo de La Vilella Baixa, nos ha dejado fascinados. Afortunadamente hemos disfrutado del encanto y de la tranquilidad que se respira en sus calles, quedando guardado en un rincón muy especial de nuestro corazón y nuestros recuerdos.