Nos vamos hasta el tarraconense poblado de Riudecanyes, fantástico destino rural de la Comarca del Baix Camp, en el interior de la Costa Dorada.
Sus tierras están llenas de sembradíos, especialmente de almendros, olivos y avellanos. El embalse agrega más personalidad a este coqueto poblado. Sus espacios naturales incluyen el Parque de les Glaneres, y al parecer también tiene árboles centenarios.
RIUDECANYES - Pueblos más bonitos de Tarragona. Foto por SBA73. Wikimedia Commons.
Además, se encuentra casi a 10 kilómetros de las playas más bonitas de Tarragona, y a media hora de la ciudad de Tarragona.
¿Por qué visitar Riudecanyes?
Su ubicación rozando los pies de la Sierra de l´Argentera, permite dominar las extensiones a su alrededor.
Su crecimiento ha sido lento, ya que originalmente sus calles tenían los nombres de los días de la semana, excepto el jueves, por lo cual se componía de 6 callejuelas. Actualmente usan otros tipos de nombres para designar las nuevas vías internas. Toda una curiosidad.
Igualmente, en Riudecanyes podemos practicar el oleoturismo, y así conocer todo el proceso necesario para producir un excelente aceite de oliva.
Monumentos y sitios de interés
El pequeño pueblo de Riudecanyes, es el lugar perfecto para los amantes de la naturaleza y de la tranquilidad, mientras disfrutan de sus vacaciones o una escapada de fin de semana.
Y así pensamos recorrerlo dentro de la mayor calma, para observar con cuidado cualquier detalle simpático que surja ante nuestros pasos.
Por sus calles empedradas y algo empinadas hacemos nuestro paseo hasta llegar a la Iglesia de San Mateo, cuya construcción finalizó en 1598. Dicen los conocedores de arte que es la más bonita de la Comarca.
Si por fuera parece sencilla, adentro destaca su magnífico techo, aunque la belleza de su retablo mayor se acabó con los ataques que sufrió el templo durante la guerra civil española. Se encuentra en la Calle Dimecres, cuya traducción del catalán significa “miércoles”.
Aprovechamos para conocer el Monasterio de San Miguel de Escornalbou, ubicado a 10 minutos del centro histórico de Riudecanyes, el apacible pueblo de Tarragona.
Alfonso I el Casto lo funda hacia el Siglo XII; fue ocupado por monjes Agustinos y luego por los Franciscanos, hasta su abandono en 1835.
A principios del Siglo XX lo compra el Diplomático Eduardo Toda y lo restaura, muy a su gusto, por lo cual lo que observamos hoy, era su idea de una mansión señorial. De la antigua construcción se mantienen la Iglesia, así como el Claustro.
El interior de esta residencia nos permite conocer de primera mano los gustos de la clase burguesa a inicios del Siglo XX; allí observamos objetos, muebles y colecciones que pertenecieron al Sr. Toda, y que recopiló a lo largo de los años en sus innumerables viajes.
Desde este lugar se tienen unas espléndidas vistas de las montañas y colinas que se pierden en la distancia.
Otros lugares de Riudecanyes que debes conocer
Regresamos al pueblito de Riudecanyes para conocer apropiadamente otros espacios. Es así que nos acercamos hasta el Centro de Interpretación Frutos del Paisaje, que se encuentra en las antiguas instalaciones de la “Cooperativa Agrícola”.
Allí conoceremos la importancia de los cultivos en la zona, especialmente los relacionados con la producción del aceite de oliva y la avellana con denominación de origen.
A tan sólo 10 minutos de la Iglesia se encuentra el Parque de las Glaneres, donde a la sombra de las encinas podemos descansar, tener una minisiesta o simplemente sentarnos a respirar el aire puro. Dicen los vecinos que los atardeceres en este punto son encantadores.
Cerca, en el Pantano construído en 1907 para surtir de agua a poblados vecinos, nos podemos relajar al practicar algún deporte náutico como remar en kayak, montarnos en un hidropedal, o salir a pasear en caballo.
Si caminamos por el borde de la represa, llegamos a comprender esta gran reserva de agua, y nos llenaremos de los sonidos de las aves que hicieron de este trozo de tierra, su hogar.
A poco menos de 10 kilómetros nos espera Cambrils con sus deliciosas playas y atractivo puerto.
Festividades y Gastronomía en Riudecanyes
Los riudecañenses empiezan el año celebrando la Fiesta del Aceite a principios de enero. A finales de junio se lleva a cabo la Fiesta de San Juan, mientras que en julio honran a San Sabdón y San Senén.
A mediados de agosto es la Fiesta de la Virgen de Agosto, y en septiembre se dedican a homenajear a San Mateo.
No puedes abandonar la localidad sin degustar los excelentes productos de sus tierras como son el aceite de oliva, la avellana y el vino. Los platos típicos van desde la espardenya de escalibada y anchoas, hasta compuestos de mar y tierra; no olvidemos los arroces y las legumbres.
La calidad de vida que se vive en la fascinante villa de Riudecanyes, nos hace sentir los olores de la naturaleza de otra manera, más profunda.
La historia, sin muchas exageraciones, ha dejado su huella marcada en las calles y edificios históricos, los que se mantienen a pesar de los siglos que han pasado. La sensación de paz y sosiego que aquí se siente, nos hace convertir a esta localidad, en nuestra segunda casa.