Ubicado en un punto geográfico absolutamente envidiable, donde el mar y la montaña coquetean continuamente, nos encontramos con el curioso pueblo de Pasaia, en la costa vasca española.
Conformado por 4 núcleos o “distritos”, que guardan todos entre sus calles, un exquisito patrimonio histórico y cultural, el que vamos a conocer a ambos lados de la preciosa bahía, completando al final, junto al puerto, todo un conjunto sin igual.
PASAIA-Pueblos mas bonitos de Guipúzcoa. Foto por FreeCat. Wikimedia Commons.
¿Por qué visitar Pasaia?
Este atractivo poblado marinero muy cercano a San Sebastián, nos ofrece muchos atractivos turísticos, y a la vez, nos permite disfrutar de las delicias de la vida junto al mar Cantábrico, deleitarnos con las vistas de los acantilados de Jaizkibel y Ulia, en un perfecto marco y acogedor espacio histórico.
Caminar por sus callejuelas, siempre con la vista puesta en la ría y en el paisaje verde, nos permite conectarnos con la armonía que aquí se percibe y se respira.
Monumentos y sitios de interés
Iniciamos nuestro interesante recorrido por el núcleo de Pasai Donibane, también conocido como San Juan, y según los vecinos el “distrito con más encanto” de Pasaia. De inmediato vemos la Iglesia de San Juan Bautista, hermoso templo del Siglo XVII, que nos recibe con una sobria fachada de piedra.
A pocos pasos se halla el Palacio Arizábalo, construido en el Siglo XVIII, con el escudo de la familia en el centro de su fachada; actualmente allí funciona el Ayuntamiento.
Sorprende caminar por las pocas calles de este casco histórico, para entonces descubrir los pasadizos que le dan un aire muy peculiar. Así encontramos la Casa Miranda, del Siglo XVI, con sus escudos de armas, y así pasar luego frente a la Casa Museo Víctor Hugo.
Esta típica casa de Pasaia se construyó en el Siglo XVII, en este fascinante pueblo de Guipúzcoa, y en ella pasó una temporada el importante escritor. Desde cualquiera de sus balcones, tendremos unas vistas extraordinarias.
Mientras vamos recorriendo el paseo a orilla de playa, descubrimos la Ermita de Santa Ana y también la Casa Cámara, una fabulosa casona del Siglo XVII que funciona como restaurante; pasamos un rato en la Plaza de Santiago, espectacular espacio frente al mar, con su hilera de casas pintorescas, que añaden color al precioso poblado de Pasaia.
En nuestra andanza, llegamos hasta la Basílica Santo Cristo de Bonanza, dedicada al cuido y protección de los marineros, cuando salen del puerto a sus faenas.
Otros lugares de Pasaia que debes conocer
Cerca, tomamos un bote o motora, para cruzar hacia el frente y llegar a Pasai San Pedro, otro de los núcleos, con fantásticas edificaciones, tales como la Iglesia de San Pedro Apóstol, construida en el Siglo XVIII, con piedras de la edificación original, que encontraremos más adelante.
La parte exterior es muy sobria, y en el interior destacan los ventanales de luz, así como los retablos barrocos, y el sepulcro que pertenece a la familia Blas de Lezo, con su escudo de armas y la fecha “1774”.
A pocos pasos, están los muros y el arco de acceso de la antigua Iglesia de San Pedro, que conforman el Cementerio Municipal.
Subiendo hacia el norte, se encuentra el Museo de la Construcción Naval, y el Faro de Senokozulua, así como las Puntas de San Pedro, extraordinario mirador con vistas de infarto.
Callejeando en Pasai San Pedro, también veremos la Iglesia de Nuestra Señora del Carmen, de construcción más reciente y austera decoración.
Otros rincones imperdibles, son la Fábrica de Porcelanas, el Faro de la Plata o el Humilladero de la Piedad; pero, si deseas caminar o practicar algo de senderismo, por las laderas de los cerros de Ulia o Jaizkibel, tendremos las más bellas panorámicas de Pasaia y su fantástico entorno.
Festividades y Gastronomía en Pasaia
Cualquier momento del año es importante para que los pasaitarras celebren y disfruten de sus festividades, es así que la procesión de Semana Santa ha sido declarada como de “Interés Turístico”.
Durante el mes de mayo se lleva a cabo, desde hace pocos años, el Festival Marítimo de Pasaia, donde turistas y vecinos disfrutan de diversas actividades a orilla de las playas de Guipúzcoa.
Cada “distrito” celebra sus propias fiestas, pero en general, para el mes de junio se celebran las fiestas de San Juan y las de San Pedro.
Para el mes de julio son las fiestas de San Fermin, las dedicadas a Nuestra Señora del Carmen, así como las de Santa Ana, y las sardinadas del día de San Pantaleón.
De igual forma, la oferta gastronómica es de altura, ya que los platos a base de pescados y mariscos, son absolutamente frescos y deliciosos. Podemos probar “pintxos” en cualquier bar o mesón, así como productos del mar fritos o rebozados, como las sardinas. Y no puede faltar la purrusalda, una exquisita sopa de puerros, típica de la localidad.
Definitivamente Pasaia nos ha cautivado, por sus bellos paisajes, por la sencilla y tranquila vida cerca del mar. Sus vecinos son encantadores, al igual que los espacios públicos, casas antiguas y callejuelas llenas de secretos.
Sin lugar a dudas, este se ha convertido en un destino inigualable para aquel visitante que busca solaz y esparcimiento, pero sobre todo tranquilidad.