La provincia catalana de Lleida nos continúa sorprendiendo, con esos lugares escondidos en el Valle de Arán. Es así que hoy vamos hasta Canejan, un bello pueblo atrapado en el tiempo, con rincones y paisajes que nos dejan sin palabras.
Se encuentra por encima del Río Garona, y debido a su cercanía con la frontera francesa, aquí se habla además de español, catalán y el dialecto “occitano”.
CANEJAN-Pueblos más bonitos de Lleida. Foto por Père Igor. Wikimedia Commons.
¿Por qué visitar Canejan?
Las calles y casas con tejado de gres, típicas de la montaña pirenaica, más los super atractivos bosques de abeto, que muestran su verdor intenso en primavera, o la gama de colores ocre y rojizos en otoño, plenan el horizonte de esta fabulosa localidad.
El municipio está conformado por 8 núcleos o caseríos, siendo uno de los más importantes Canejan.
Monumentos y sitios de interés
A pesar de ser un pequeño poblado, las casas y estrechas callejuelas se elevan por las lomas, hasta los prados de Liat, agrupándose alrededor de la Iglesia de Sant Sernilh, la cual destaca con su Torre-campanario en color crema, desde cualquier punto.
Fue totalmente reformada en el año 1818, y el piso de piedra se sustituyó por madera. En su interior se protegen muchas piezas valiosas, como una pila de mármol del Siglo XVI, aparte de figuras religiosas y cuadros.
Asimismo, este templo se conoce como Iglesia Parroquial de Sant Joan d´Agost.
En un costado y a sus pies, se ubica el cementerio de la villa, muy bien cuidado y con unas vistas que se pierden en la lejanía.
En nuestro lento paseo por esta hermosa pedanía, nos quedamos detallando la sencilla arquitectura, original de tiempos medievales. Y así es que logramos llegar a ver los restos de la Casa de Saurat, del Siglo XVIII, y la Casa Benosa, con su pequeña Capilla. Ambas fueron residencias muy notables.
Igualmente, nos acercamos hasta el edificio del Ayuntamiento, en la Plaza Mayor, que nos muestra su bonito balcón, y el acceso porticado.
Como dato curioso, pregunta a los vecinos dónde ver el abeto Auet de Canejan, un impresionante árbol, vivo, de 22 metros de alto, y con una circunferencia en su tronco de más de 5 metros, que ha sido declarado por la Generalitat de Cataluña, como Monumento natural.
Para empezar a admirar los parajes solitarios de Canejan, este maravilloso pueblo de Lleida, nos vamos hasta el Mirador O Pilarica, donde está la imagen de la Virgen del Pilar, en un sagrario de piedra con vidrios, para lograr unas panorámicas fenomenales.
De igual manera, un poco más arriba, disponemos del Mirador Deth To, donde se amplía la perspectiva del espacio.
Otros lugares de Canejan que debes conocer
A poca distancia de Canejan, buscando el Camin des Creus, llegamos a Porcingles, otro de los caseríos que forman parte de este municipio. La ruta está llena de “cruces” para representar la Pasión de Cristo. Hace mucho tiempo, en esta vía se llevaba a cabo la Procesión de Semana Santa.
Por el pequeño pueblo de Sant Joan de Torán, también vemos las casas de piedra, y la pequeña Iglesia románica del Siglo XII, pero si quieres visitarla por dentro, debes pedir las llaves en el “bar cercano”. Durante septiembre y octubre, se escucha el berreo del ciervo.
Los parajes más espectaculares los encontramos en Campespín, mientras vamos de excursión por sus caminos de senderismo.
Gastronomía y Fiestas en Canejan
Los platillos de la localidad forman parte de la comida de todos los días, así que pedimos la sanganheta, delicioso embutido con sangre de puerco, y nos ofrecen la truhada, unas espectaculares patatas rellenas de carne.
Sin dejar de disfrutar del cordero o ternera a las brasas, o de los caracoles.
Los pocos habitantes de Canejan, se encargan de mantener sus tradiciones y lograron rescatar las Barbacans, fiesta muy antigua, donde los vecinos se visten con pieles y cuernos de animales, recorren las calles y hacen sonar los cencerros.
Es un homenaje a las bestias que habitan en sus prados, y se llevan a cabo durante el mes de febrero.
En agosto son las fiestas Mayores, para honrar a San Juan Bautista, compartiendo aperitivos entre los amigos; en septiembre los lugareños se trasladan hasta Sant Joan de Torán y participan en la romería de San Juan. Allí se acercan los residentes de pueblos cercanos, incluso desde Francia.
Agradecemos profundamente haber conocido este precioso pueblo, escondido en lo más profundo de los pirineos catalanes. Los vecinos de Canejan, hace posible que nuestra visita sea inolvidable, compartiendo sus tradiciones y modo de vida, rural y gentil.
La armonía se vive en su fabuloso entorno natural, escasamente tocado por el hombre; la soledad y lo complicado que resulta llegar a sus predios, ha evitado el turismo masivo y algunas veces abrumador.
Además, se complementan los planes turísticos, con visitas a los núcleos cercanos, donde las casitas salpican los verdes campos.
Arriésgate, prepara tus maletas, y date un gusto visitando Canejan, quizás uno de los pueblos más cautivantes y desconocidos de Lleida.