Las increíbles tierras de la Comarca de la Garrocha en Girona, esconden una villa medieval ubicada en una zona magnífica. Hablamos de Santa Pau, atractivo pueblo al que debemos acercarnos, para conocer, visitar y disfrutar de su muy interesante patrimonio monumental y sorprendente entorno natural.
¿Por qué visitar Santa Pau?
Su ubicación en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa, lo convierte en una localidad bellísima por sus antiguas construcciones, rodeada de la más exuberante belleza natural, por los paisajes que le acompañan y la cantidad de volcanes dormidos que puedas imaginar.
Pueblos que visitar en Girona. Santa Pau. Foto por Ben Bender. Wikimedia Commons.
El aire medieval se respira, incluso en La Fageda d´en Jordá, creando un bosque con una atmósfera bucólica, que gusta a los románticos empedernidos.
Monumentos y sitios de interés
Este auténtico paraíso medieval, lo descubrimos mientras vamos caminando por sus originales y estrechas calles de piedra, comprobando que sus casas han envejecido elegantemente con el correr de los siglos, es por ello que el casco antiguo está protegido como Conjunto Histórico-Artístico.
Dejamos el coche en el parking, y empezamos a recorrer un sendero que nos lleva hasta un coqueto puente de madera, y al cruzarlo entramos a la zona más antigua de Santa Pau. Sus calles, empinadas y algo angostas nos dirigen irremediablemente a la Plaza Mayor.
Conocida como “Firal dels Bous”, en la preciosa plaza porticada, los ecos del tiempo se escuchan en sus porches con arcos. Estamos en la parte más alta de la Villa Vella.
Dominando esta zona se encuentra el Castillo. Construido en el Siglo XIII, se convirtió en Palacete y residencia de la “Baronía de Santa Pau”. Se mantiene intacta su Torre del Homenaje, a cuyos pies se ubica la Capilla dedicada a los Santos Antoni y Honorat.
Y si recorremos sus paredes externas, veremos una escultura que parece un niño, pero es algo inusual.
En el patio central se halla el pozo, y bajo unas escaleras está la Cárcel del Castillo, con su robusta puerta de madera. Desafortunadamente, no se puede visitar el espacio interior de esta hermosa construcción, por ser de propiedad privada.
En un extremo de la Plaza Mayor encontramos la Iglesia de Santa María, con su estampa gótica desde 1430. Su Altar Mayor, es de una belleza sencilla pero impresionante.
En las callejuelas de Santa Pau, un enigmático pueblo de Girona, nos deleitamos con las fachadas de las antiguas casas, donde se puede observar la decoración de los dinteles de las ventanas, y en algunos casos, los restos de escudos nobiliarios.
Otros lugares de Santa Pau que debes conocer
Callejeando llegamos hasta el Portal del Mar, un extraordinario mirador que nos ofrece unas impactantes imágenes del valle, donde las vacas pasean libremente, y el verdor de los bosques y llanuras llena nuestros ojos.
En las afueras de esta preciosa localidad, específicamente hacia el norte, se encuentran las ruinas de el Monasterio de Sant Juliá, que se construyó durante el Siglo IX. Desde este espacio tendremos a la vista, nuestro próximo destino: los volcanes.
El volcán Santa Margarida, es el más emblemático y curioso de Santa Pau, con sus casi 700 metros de altura. En el centro del cráter se halla la Iglesia de Santa Margarita, pequeña ermita de 1865 que invita a la oración.
Por otro lado, el volcán Croscat, de sumo atractivo para los turistas, ya que de él se extrajo material volcánico, dejando unos hoyos conocidos como “gredales”, lo cual nos permite conocerlo por dentro.
Luego nos encaminamos hacia la Fageda d´en Jordá, otro lugar mágico en esta localidad catalana. Se asienta sobre los restos de lava, que en algún momento, hace casi 11.000 años, expulsó el Volcán Croscat, y se convirtió en un hayedo espectacular. La visita más especial se puede hacer en otoño.
Gastronomía y Festividades en Santa Pau
La cocina típica de Santa Pau es el otro atractivo de este pueblo, es así que en las mesas no falta la harina de maíz o farro, así como el cerdo y el producto estrella, las alubias que cuenta con D.O.
Los quesos y los yogures, también son muy apetecibles. Para celebrar pedimos una copa de ratafía, el licor más conocido.
Sus festividades están ligadas a la tierra y a tradiciones religiosas, es por ello que en enero se destaca la Fira del Fesol, enteramente dedicada a las exquisitas alubias que se cosechan en la zona. En paralelo se llevan a cabo las Ferias de San Antonio, en honor al Patrón de la villa.
Durante el mes de agosto son las Fiestas Mayores, días de mucha actividad. Para Navidades, preparan los belenes vivientes.
El exquisito estado de conservación del casco antiguo de Santa Pau, hace que la visita se convierta en un cuento medieval. Recorrer sus sinuosas y silenciosas callejuelas, nos devuelve al pasado remoto cual caballeros o damiselas.
El entorno natural de los bosques y volcanes, completa la escena campestre y placentera que nos obliga a desconectar de la vida rutinaria, y nos permite ensayar a disfrutar de la quietud en la naturaleza, invitándonos a regresar a este delicioso poblado gironés.