Cuando pasees por la Costa Brava de Girona, acércate a la Comarca del Bajo Ampurdán, y visita el atractivo pueblo de Pals, en el punto más elevado del Macizo del Quermany, lugar que como centinela custodia este hermoso conjunto medieval, rodeado de marismas y una gran llanura agrícola.
¿Por qué visitar Pals?
El municipio de Pals tiene un valioso patrimonio histórico. Por su recinto amurallado sentirás la magia de las piedras, donde encontrarás combinados de manera armónica los estilos romano, gótico y barroco. Además posee un interesante conjunto de masías dispersas, algunas fortificadas.
PALS-Pueblo de Girona. Foto por antomonta en Pixabay.
Sus campos de arroz se convierten en espejos durante la primavera, mostrando su máxima belleza. Encontrarás innumerables canteras de la época romana, y desde lo alto podrás disfrutar de maravillosas vistas al Empordanet, y como no, de sus magníficas playas. Pals, lo tiene todo.
Monumentos y sitios de interés
El pueblo de Pals te da la bienvenida a la distancia, justo cuando ves en el horizonte la silueta de su muralla abrazando a la villa. Es el casco histórico, lugar donde se alza el antiguo Castillo “Mont-áspero”, del cual se conservan 4 torres, levantadas sobre un podio de roca natural, y de las que se mantiene en pie la Torre del Homenaje, conocida como Torre de las Horas, único vestigio original que queda del antiguo castillo de la época románica, ya que fue desmantelado en el Siglo XI; sobre la roca donde se asienta, se pueden observar algunas tumbas visigóticas. Las piedras del Castillo se aprovecharon entonces, para reconstruir la muralla.
Continúa callejeando sobre las vías de piedra y llegas a la Iglesia de San Pedro, del Siglo X, y curiosamente construida con las antiguas piedras del Castillo.
Desde la Plaza de la iglesia, accedes al Mirador de Josep Pla, desde donde tienes unas excelentes vistas panorámicas de esta zona del Bajo Ampurdán y las Islas Medas.
Nos seguimos adentrando en las calles laberínticas de Pals, un pueblo de Girona que ahora nos lleva al Portal de la Villa, de estilo gótico, y nos encontramos en lo que era posiblemente la antigua lonja o plaza cubierta del poblado. Este arco nos lleva a la Calle Mayor, donde veremos otras tumbas de la época visigoda con formas humanas excavadas en la roca.
En sus edificaciones de piedra, se esconden muchas leyendas de brujas y guerreros, y si caminas por la Calle de la Mina hasta la Plaza Mayor, llegarás hasta el Ayuntamiento, edificio del Siglo XIII y otrora, vivienda del herrero. También te queda cerca la Ca la Pruna, una de las casas más importantes del medioevo y que actualmente alberga un Museo arqueológico.
Otros lugares de Pals que debes conocer
En el centro de la villa, donde se encuentran las construcciones estilo gótico con arcos de medio punto, ventanas ojivales y balconadas de piedra, notarás que en algunas esquinas, se mantienen los hatos de leña, puestos al uso en aquellas épocas medievales, para alumbrar las vías o alertar a los habitantes de algún peligro.
Otro lugar también interesante pero poco visitado, es un edificio del Siglo XVIII, pasando las murallas y cerca del Mirador Pla, que en la antigüedad albergaba el Hospital de enfermos y peregrinos, del cual prácticamente no queda nada.
Los caminos rurales de Pals ofrecen al visitante la posibilidad de hacer excursiones a pie o en bicicleta. Los más osados pueden subir al Macizo de Quermany. Asimismo, encuentras las Minas d´en Bofill, que ofrecen aire fresco al caminante.
Las Basses d´en Coll, es una marisma protegida, repleta de dunas, punto de encuentro y nidificación de diversas aves.
La Playa de Pals, forma parte de las playas de Costa Brava de Girona. Es amplia y arenosa invita a nadar, a practicar deportes náuticos, o simplemente a dejarse llevar por el vaivén de las olas y descansar.
Mapa con los lugares que visitar en Pals
Festividades y Gastronomía en Pals
La despensa del Empordá está repleta de productos procedentes del mar, la huerta y la montaña.
El arroz a la cazuela es el plato más tradicional y afincado en el poblado. También la gamba, así como la butifarra dulce, los buñuelos y la cuajada, los podrás degustar acompañados de frutas y verduras frescas, pescados y mariscos, carnes rojas y blancas, todos platillos elaborados con ingenio.
Al tener una gran riqueza cultural, el pueblo ha preservado sus tradiciones y leyendas en festividades muy arraigadas como el pesebre viviente, la plantada tradicional del arroz en el mes de junio, la Fiesta Mayor de Pals en agosto, la siega del arroz en octubre y la marcha de los arrozales en el mes de diciembre, entre otras.
Pasear por las calles empedradas de la villa de Pals, nos sorprenderá de día o de noche por los colores ocre y dorado que se reflejan en la piedra arenisca de sus antiguas edificaciones. Es un pueblo precioso con mucho encanto, cuna de leyendas, y con una ubicación tan privilegiada que verás los paisajes más bellos e inolvidables de España.