Preparamos la mochila para acercarnos hasta la Comarca del Bierzo, en la Provincia española de León, y así conocer Molinaseca, poblado con gran historia y mejores monumentos arquitectónicos.
Catalogado oficialmente como uno de los pueblos más bonitos de España en 2021, su magia envuelve cada piedra que hayan pisado los miles de peregrinos de este tramo del Camino de Santiago.
MOLINASECA-Pueblos mas bonitos de León. Foto por José Antonio Gil Martínez. Wikimedia Commons.
¿Por qué visitar Molinaseca?
El río Meruelo nos da la bienvenida a este precioso lugar, y sólo al cruzar su antiguo Puente romano, nos llenamos de esa energía positiva, que nos invita a dar un paseo sin prisa de vuelta al pasado.
Así disfrutamos de su encantador paisaje, antiguas casonas llenas de añejos recuerdos, las tradiciones y leyendas que por estas callejuelas pudieron correr, y del encanto de los pocos habitantes que tienen el privilegio de custodiar estos predios.
Monumentos y sitios de interés
Esta villa es punto obligado de paso desde La Cruz de Ferro hacia Ponferrada, por ello para poder disfrutar esta visita tan especial, lo haremos al estilo de los mejores peregrinos, accediendo primero a la Ermita de Nuestra Señora de las Angustias.
Este peculiar templo, ubicado justo antes de ingresar a la localidad, se percibe parcialmente incrustado en la roca, y ésta cubre la parte trasera del Altar Mayor. Se comenta que se construyó sobre otra edificación durante el Siglo XI.
Cuenta la tradición, que al funcionar también en tiempos lejanos como hospital, los visitantes acostumbraban llevarse una astilla de la puerta de madera, lo cual obligó a que se reforzara con planchas de metal. Adentro se resguarda la imagen de la Virgen de las Angustias.
Al salir, para ingresar a Molinaseca, un extraordinario pueblo de León, debemos cruzar el fascinante Puente del Peregrino, que nos indica el punto cero para disfrutar de nuestra caminata hacia el pasado.
Esta estructura, desde la época de ocupación romana, permite pasar sobre el río Meruelo, para ingresar a la Calle Real, la más importante y principal paso para los Peregrinos, que deben cruzar el poblado y continuar con su marcha.
La Calle Real, tan vieja como el pueblo mismo, es angosta y plena de nostalgia. Sus casas llenas de flores reflejan los tiempos vividos, cuando por ella pasaban todos los visitantes y Nobles que la transitaban diariamente.
Esas casas tradicionales comparten en perfecta armonía con las residencias palaciegas, entre las cuales destacan la Casona Don Pelegrín, donde se cuenta que la Reina Doña Urraca I, pernoctaba cuando se dirigía a tierras gallegas. Actualmente funciona como hostal.
Una curiosidad se desvela en los “callejos”, espacio muy pequeño que separa las casas, y donde escasamente puede pasar una persona.
Otros lugares de Molinaseca que debes conocer
De igual manera, resalta el Palacio Cangas y Pambley, que realmente son dos edificaciones unidas por un pasaje aéreo, construídas durante el Siglo XVIII. Destacan sobremanera los escudos de las familias y sus balcones cerrados.
Cerca se ubica la Plaza El Rollo, vibrante espacio donde podemos descansar en algún bar con una copita de vino.
El final de la Calle Real se marca al llegar a la Plaza del Santo Cristo, espacio con pequeños jardines que abarca 4 diferentes elementos significativos. Allí veremos el crucero, columna jacobea que contiene una pequeña cruz.
También se halla el monumento al Peregrino, así como el monumento de Shikokuy, y otra novedad: el Buda de Molinaseca, tallado en un árbol que se mantiene vivo.
No olvidamos pasar por la espléndida Iglesia de San Nicolás de Bari construida en piedra, sobre una pequeña colina durante el Siglo XVII. Su enorme campanario y el reloj que le acompaña, se puede ver desde diversas partes de la preciosa villa de Molinaseca.
En el interior apreciamos un retablo barroco, así como una impactante escultura del Cristo de la Expiación.
Gastronomía y Festividades en Molinaseca
Las callejuelas de este encantador pueblo están llenas de bares y restaurantes, donde podemos probar los sabores de su cocina; es así que nos ofrecen pimientos asados, o el imperdible botillo elaborado con diversas partes del cerdo. No faltan los garbanzos o la berza, las empanadas y las truchas.
De la dulcería resaltan los roscones, los almendrados o las roscas. Acompañanos las comidas con distintos aguardientes o un buen vino de la zona.
Por su parte, las Fiestas Patronales, se celebran durante el mes de agosto, en honor a la Virgen de las Angustias y a San Roque, en medio de un ambiente muy alegre y algo desatado.
Incluye diversas actividades al aire libre, tanto culturales como deportivas, y se aprovecha de adornar con flores los balcones y ventanas; pero además los vecinos participan en la suelta de agua, popular tradición cuando los asistentes se mojan, inundando la Calle Real.
El encanto de Molinaseca se mantiene, a pesar de que hayan pasado más de 10 siglos de historia; la arquitectura popular y sus casonas blasonadas, resultan una delicia para los ojos de los curiosos del arte.
Para ser un pueblo pequeño, Molinaseca tiene mucho que ofrecer a los turistas y peregrinos en su extraordinaria gastronomía y costumbres muy arraigadas.
Recuerda, si pasas por este precioso lugar, acompaña a los andantes del Camino de Santiago, y comparte esta única experiencia.
