Nos aventuramos hasta la Provincia de Soria, y a casi 150 kilómetros de Madrid nos encontramos con Almazán, encantadora localidad llena de historias.
El río Duero lo abraza por el nor-oeste, mientras que hermosos bosques y parques aportan contraste con el verdor de sus plantas.
ALMAZÁN - Pueblos más bonitos de Soria. Foto por elmimmo . Wikimedia Commons.
Los palacios, ermitas e iglesias, marcan la huella dejada por sus numerosos ocupantes desde tiempos romanos, siendo testigos mudos de algunos acontecimientos vividos aquí también por la realeza.
¿Por qué visitar Almazán?
Un amplio e interesante legado se encuentra en lo que los árabes llamaban “El Fortificado”, mientras que otros conocen Almazán como la “Villa Fortificada”.
Reyes y Reinas, sus hijos y miembros de distintas Cortes, usaron este poblado como lugar de residencia temporal; por otro lado, los literatos disfrutaron de estos entornos tal como Tirso de Molina, que murió en la villa en 1648, y allí reposan sus restos.
Monumentos y sitios de interés
Vamos a conocer los rincones de este pueblo cautivante, mientras dejamos el coche aparcado. Así nos vamos caminando hasta la Puerta del Mercado, uno de los siete accesos que había hacia la ciudad amurallada.
Su tamaño es impresionante, y nos lleva hasta el barrio judío que se situaba cerca de la Iglesia de Nuestra Señora del Campanario. Este templo de finales del Siglo XII, es un claro ejemplo de construcción románica, y posee un fantástico campanario.
La Iglesia permanece cerrada al público, y sólo abre durante la Semana Santa, y para los novenarios dedicados a Jesús Nazareno, Patrono de Almazán.
Tomamos la Calle Campanario, y callejeando llegamos a la Iglesia de San Pedro, que surge por la fusión de las parroquias de San Andrés y la de San Pedro en 1696. En su interior destaca el Retablo Mayor, con las imágenes de los dos Santos.
A pocos pasos se encuentra la Plaza Mayor, alrededor de la cual se ubican varias edificaciones muy significativas para la vida de los adnamantinos.
Esta típica plaza castellana comparte su belleza con construcciones tan notables como la Iglesia de San Miguel, extraordinaria obra románica del Siglo XII que llama la atención por su atractivo exterior, así como su sorprendente campanario.
El fascinante Palacio de los Hurtado de Mendoza, es una residencia levantada durante el Siglo XV, cuyo frente dá a la Plaza, y la parte posterior mira hacia el Río Duero; durante el año 1496, los Reyes católicos fueron recibidos aquí.
Entre la Iglesia y el Palacio, cruzamos un arco para llegar al mirador de San Miguel, que nos regala unas bellas vistas al río y al Parque La Arboleda.
Otros lugares de Almazán que debes conocer
Un poco más al norte de Almazán, el precioso pueblo de Soria, nos recibe la Ermita de Jesús Nazareno, igualmente conocida como “Capilla del Cristo”, en la cual se venera al Patrono local.
Continuando por la misma calle y llegamos al Convento de la Merced, declarado Monumento Nacional. Entre sus restos restaurados se encuentra enterrado Tirso de Molina, quien vivó y murió en estos predios en 1648.
Ya no presta servicios religiosos, y eventualmente se utilizan los espacios para conciertos instrumentales y eventos culturales.
Hace muchos siglos atrás, la ciudad estuvo amurallada, y buena parte de estas murallas se pueden observar por las riberas del río Duero, en las cercanías de la Plaza San Vicente.
Además, para ingresar a Almazán existieron 7 puertas de acceso, de las cuales sobreviven 3: La puerta de la Villa, la puerta de Herreros, y la puerta del Mercado, con sus asombrosas torres cilíndricas.
Podemos completar nuestra visita recorriendo el Parque de la Arboleda, al cual accedemos luego de cruzar el río.
Allí, aparte de disfrutar del paisaje entre álamos, saucos y aves, tendremos unas estupendas vistas de las murallas, y podremos contemplar las obras de arte al aire libre de relevantes artistas plásticos.
Gastronomía y Fiestas en Almazán
Las culturas también se disfrutan desde la gastronomía, y aquí los adnamantinos se esmeran en preparar la rica cocina castellana. Destacan el cerdo y el cordero asado, asimismo las morcillas y los platillos de caza.
La dulcería es altamente solicitada en las yemas, así como en las paciencias y las mantecadas.
De las celebraciones más destacadas en Almazán, tenemos las procesiones de Semana Santa con las distintas cofradías que hacen vida en el pueblo.
Las Fiestas Patronales se llevan a cabo a finales de agosto, y se dedican a Jesús Nazareno. Antes de las fiestas se lleva la imagen del Patrono hasta la Iglesia de Nuestra Señora del Campanario, y el primer domingo de septiembre se realiza la emotiva Bajada de Jesús.
Al pasar por la Plaza Mayor, se escuchan los estallidos de tracas, que simbolizan el fin de la celebración.
Por mayo, durante las Fiestas del Zarrón, algunos vecinos vestidos con trajes de cuero y portando unas zanbombas, golpean en las espaldas a aquellos que quieran recoger los caramelos del piso.
Es reconfortante saber que en Almazán, todavía se respiran aires medievales en sus magníficas construcciones, y que las costumbres y tradiciones tienen un espacio importante en la agenda del pueblo.
Esta villa que fue residencia real por cortos períodos, no ha perdido su esencia, y hace que se convierta en uno de nuestros destinos favoritos.