Recorriendo la provincia aragonesa de Teruel, llegamos hasta Alcalá de la Selva, extraordinaria localidad medieval situada en la Sierra de Gúdar, a unos 1400 metros de altura.
Este fascinante lugar ingresó en las listas de los pueblos mágicos de España, y aquí nos encargaremos de revisar su casco histórico y alrededores que lo hacen un destino excepcional.
ALCALÁ DE LA SELVA - Pueblos más bonitos de Teruel. Foto por José Luis Filpo Cabana. Wikimedia Commons.
¿Por qué visitar Alcalá de la Selva?
Alcalá de la Selva, a 22 kilómetros de Valdelinares, y a escasos 9 kilómeros de Gúdar, es el poblado que trepa las laderas para tener en su cima un precioso Castillo, donde sus blancas casas con techos de rojas tejas, compiten con los campos verdes que le rodean.
Algunas residencias solariegas nos regalan sus estampas en piedra, madera con balcones y ventanas protegidas con hierro forjado, dentro de una tranquilidad pasmosa.
Las calles empinadas y callejones angostos nos hacen revivir aquellos tiempos, cuando los árabes colmaban estos predios.
Monumentos y sitios de interés
La mejor forma de conocer este bonito caserío es recorriendo sus calles, para llenarnos de esa fuerza que nos transmiten las viejas edificaciones, llenas de historias vivas.
Es así que dejamos el coche y entramos a la Calle Hispanoamérica, pasando frente a la antigua farmacia, que desde el Siglo XVI perteneció a la familia Barrachina por 7 generaciones, manteniéndose en la misma casa con aires musulmanes. Desafortunadamente cerró sus puertas.
Continuamos disfrutando esta vuelta al pasado y llegamos a la Plaza La Fuente, donde el sonido de sus chorros nos dan un respiro, a la vez que nos refrescamos en algunos de los bares y gozamos con las vistas de esta irregular y curiosa plaza.
Ya repuestos continuamos nuestra subida hasta la Iglesia de San Simón y San Judas, hermoso templo del Siglo XVI, que ahora se considera Bien de Interés Cultural.
Su fachada es majestuosa, y allí se encuentra el escudo del Conde de Fuentes, quien fue señor de la villa de Alcalá de la Selva, un espectacular pueblo de Teruel.
Además cuenta con una gran Torre, pero no se puede apreciar toda la magnitud y belleza del conjunto arquitectónico, porque otras edificaciones parecen sofocarlo.
Muy cerca nos recibe el edificio del Siglo XVIII correspondiente al Ayuntamiento, del cual destaca su fachada con 3 arcos, donde vemos el escudo de la localidad.
Y llegamos al Castillo de los Heredia, que existía como fortaleza hacia 1118; pasó por varias manos hasta que la familia Fernández Heredia lo convirtió en su residencia habitual.
Su deterioro empezó luego de la devastación, producto de la primera guerra Carlista hacia 1840. Sobreviven la Torre del Homenaje y algunos muros.
Otros lugares de Alcalá de la Selva que debes conocer
Muchas sorpresas nos depara el espléndido poblado de Alcalá de la Selva. Así que nos vamos hacia el sur de la villa, y en el Barrio de la Vega encontramos el Santuario de la Virgen del Espino, o de La Vega, como es conocida la Patrona de la villa.
Se construyó hacia el Siglo XVIII, en un espacio idílico en cuyos alrededores discurren algunos arroyos y explanadas. La espadaña de la fachada tiene un solo orificio.
A su lado se observan restos de antiguas edificaciones, aparte de otras estructuras que yacen bajo la tierra, pero que ahora es posible apreciarlas, ya que después de unas excavaciones colocaron pisos transparentes. Todavía falta mucho por descubrir en su perímetro.
Cuando salimos de regreso vemos el humilladero, de forma cuadrada con 4 arcos y único en su estilo en toda la aldea desde 1628.
En la entrada de esta pequeña urbe se encuentra la Ermita de San Roque y Nuestra Señora de Loreto, la cual surge de la unión de estos dos templos.
Debemos mencionar que en sus cercanías está la piedra del sapo, la cual debes tocar 3 veces, en noche de luna llena, para tener suerte en dinero y salud.
Y para que puedas recrearte también tienes la estación de esquí en Valdelinares, ofreciendo la posibilidad de practicar deportes de invierno.
Fiestas y Gastronomía en Alcalá de la Selva
Las festividades que atraen a muchos turistas son las fiestas Patronales que honran a la Virgen de la Vega. Durante los primeros días de septiembre, las calles se llenan de actividades cuando se acude en romería hasta el Santuario.
Igualmente podemos disfrutar del dance de Alcalá de la Selva, una antigua tradición y singular baile que ejecutan niños delante de la Virgen, al ritmo de castañuelas, mientras que los graciosos vestidos con pieles les van abriendo paso.
Duante el mes de julio se lleva a cabo la fiesta de chóferes, en honor a San Cristóbal.
La rica gastronomía acompaña nuestra estadía, y de los fogones salen platillos deliciosos como la codorniz, y la perdiz, así como el lechal. Son muy solicitadas las sopas de ajo por invierno, así como la morcilla de miel.
El encanto de Alcalá de la Selva, nos deja un extraordinario sabor en la boca y eternos recuerdos en nuestra mente al descubrir sus parajes y su atractivo casco urbano.
Las poco más de 300 almas que llenan de vida esta calles, nos han dejado con deseos de volver a recorrer estas inmensas tierras, que llenan de paz y tranquilidad nuestro espíritu.
