En los pirineos catalanes, muy cerca de la frontera con Francia, se encuentra Beget, hermoso pueblo milenario, donde el humo de alguna chimenea nos indica que hay vida en esta villa rural.
Su fascinante y pequeño entramado urbano, junto con las calles empedradas y los riachuelos que le cruzan, nutren la existencia de sus campos muy verdes donde caballos y vacas descubren su presencia cada vez que suena un cencerro.
Pueblos mas bonitos de Girona. Beget. Foto por Jorge Franganillo. Wikimedia Commons.
¿Por qué visitar Beget?
Se encuentra en la Alta Garrotxa, en el Valle de Camprodón, y cuyo acceso se hace a través de una carretera algo complicada, con curvas, y escondida a la vista de todos. El estilo románico catalán, se encuentra en sus casas y pocas edificaciones religiosas.
Este encantador poblado parece arrancado de alguna historia medieval, cuando recorremos los rincones y callejuelas estrechas, y a la vez, vamos respirando ese aire campestre de paz y sosiego que únicamente podemos sentir en estas tierras, sin el agobiante turismo de masas.
Monumentos y sitios de interés
Hay que dejar llevarse por el encanto de Girona, y de pueblos tan encantadores como Beget, y permitir que nuestros pasos nos guíen por los recovecos de este pequeño pero maravilloso lugar.
Debemos dejar el coche en el parking público, y empezar nuestra caminata; sin prisa y saboreando el pueblo, sus calles empinadas y casas se van descubriendo, con los tonos que sólo la piedra de las paredes y calzadas llega a teñir el sol.
Tiene una sola calle, la cual nos lleva a la Iglesia de San Cristóbal, la joya del románico catalán. Se construyó en el Siglo XII, aunque ya se tienen noticias de ella desde el año 965.
Su forma exterior, junto al enorme campanario hacen un conjunto formidable, pero el interior guarda auténticos tesoros como el Cristo Majestad, hermosa escultura del Siglo XII, que mide 2 metros de altura.
De igual forma, se resguarda una “Pila Bautismal” del Siglo XII, así como una imagen de la “Virgen de la Salud” que data del Siglo XIV, y algunos retablos barrocos. Este templo se declaró Monumento Histórico-Artístico Nacional, por su gran valor arquitectónico.
Para seguir nuestro paseo, debemos salvar los arroyos que cruzan por la localidad, y a cuya ribera se fueron construyendo la antiguas casas. Es así que pasamos por el Puente medieval construido en el Siglo XIV, que nos ayuda a pasar por sobre La Riera para llegar a una pequeñita plaza.
Existe otro puente de piedra antiguo, que conecta con otra parte del poblado. Estas estructuras añaden atractivo, al ya sugestivo lugar.
Otros lugares de Beget que debes conocer
Aquí vemos que las casas se adaptan a los altibajos del terreno, por ello habrá que caminar por las estrechas calles, en un sube y baja de calzadas o escaleras. Nos acompaña permanentemente el sonido del arroyo.
Las viviendas, generalmente de 2 pisos, tienen el típico balcón de madera y tejados propios de la montaña, dando un aire de ensueño a Beget, un mágico pueblo de Girona.
El entorno natural, en el cual se encuentra atrapado el poblado, nos empuja a seguir andando y curioseando por cualquier esquina o portal con el cual tropezamos.
Y es así como accidentalmente podemos llegar a recorrer los senderos a los lados de los arroyos, que nos traen olores y colores que sólo se respiran y sienten en estas orillas. Allí encontramos que existen pequeñas pozas, de las cuales disfrutamos durante el verano con la familia.
Los vecinos de Beget nos convidan a practicar el senderismo, o bien montar en la bici, y salir a explorar este bello municipio. Cerca quedan otros fascinantes poblados que podemos visitar en cualquier época del año.
No debemos olvidar sacar nuestras mejores fotos en Beget, un lugar sumamente atrayente.
Gastronomía y Festividades en Beget
La gastronomía propia de la montaña, tiene presencia en Beget cuando decidimos probar sus platillos. Es así que la butifarra con judías, es lo más tradicional, así como los embutidos y la longaniza.
Las carnes a la brasa son muy solicitadas, así como las setas, cuando es temporada. En dulcería, lo más recomendado es la crema catalana.
Los pocos habitantes del pueblo también participan activamente en las festividades de otras localidades vecinas, como en los concursos de habilidad de perros de pastoreo, así como en las fiestas mayores, o peregrinación de San Antonio en Camprodón, durante el mes de junio.
Beget, sigue siendo un pueblo “virgen” en el pirineo catalán, donde el reloj de la historia simplemente se detuvo. Escaparse, para pasar unos días en medio de hermosos bosques y praderas, ayuda sobremanera a cargar energías de nuevo.
Las calles de piedra y las paredes húmedas de las casas, se vuelven más interesantes cuando recorremos este pueblo durante la noche; así nos damos cuenta de toda la magia y el encanto que nos tiene reservada.
En la villa de Beget, el tiempo transcurre a un ritmo acompasado con el sonido de los riachuelos, y no sería extraño que puedas encontrarte un gato, tomando plácidamente sol, en el portal de cualquier casa.