Existe un pequeño pueblo de Lleida, situado a 555 metros de altitud en la Comarca Catalana de Urgell, a orillas del Río Corb, cuyo nombre es Guimerá, es uno de los poblados medievales más bonitos y mejor conservados, además de ser imprescindible visitarlo para emprender un viaje al pasado remoto.
¿Por qué visitar Guimerá?
Este idílico lugar destaca por estar ubicado en la falda de una colina, posición que le permite dominar el valle en el que se encuentra. Casas, calles y rincones del lugar con memoria medieval muy viva, que se distribuyen por las constantes subidas y bajadas del terreno sobre el que se asienta, formando un original juego de formas arquitectónicas.
GUIMERÁ-Pueblos más bonitos de Lleida. Foto por @perarnaufigols. Twenty20.
Monumentos y sitios de interés
Desde la carretera podemos ver cómo el pueblo se encarama sobre el cerro, y antes de entrar al mismo encontramos las ruinas del Convento de Vallsanta, que mantuvo su vitalidad hasta el siglo XV, cuando las pocas monjas que quedaban se marcharon. Así inició su abandono hasta el día de hoy.
Ingresamos por el puente sobre el Río Corb, y caminamos por la Calle de Jussá y la Calle de les Piques, donde se observan pasos elevados, galerías cubiertas y alguna fuente. Ya entramos al Medioevo.
Este núcleo de calles estrechas nos lleva a la Calle de la Capella, en la que los arcos y las casas de piedra forman un extraordinario escenario. Por la Calle del Cacao, estamos en la parte media de la villa, donde nos topamos con diversos miradores, que nos ofrecen vistas del paisaje, salpicado por los tejados de las casas de Guimerá, un pueblo de Lleida que bien merece una visita.
Ya arriba hemos llegado al símbolo del pueblo, las ruinas del Castillo, imponente fortaleza del siglo XI, del que se conserva una parte importante de la Torre, que pareciera vigilar todo el poblado. Y siguiendo el camino, llegamos a la Plaza de la Iglesia de Santa María, de estilo gótico del siglo XI y construida sobre una gran roca, justo bajo las ruinas del Castillo, que nos sorprende por su interior lleno de colores.
Recuperadas las fuerzas, bajamos hasta llegar a la Calle de l´Estudi, pasando por debajo de la Abadía, continuando el descenso por la Calle de la Goleta hasta a la Plaza Mayor, rodeada de ventanales y arquerías.
Y así, caminando por la Calle Mayor, arribamos al final del pueblo, donde encontramos otra fuente que representaba la entrada al poblado en la Edad Media. Sin dejar de mencionar, la emblemática Cal Minguella, reconocida por su ornamentada fachada, repleta de ventanas y balcones.
Otros lugares de Guimerá que debes conocer
En la Plaza Mayor se encuentra el Museo, situado en la antigua casa de la “Cort del Batlle”, un espacio donde se decidían asuntos importantes de la vida cotidiana y se hacía justicia en nombre del Señor feudal. Aquí, sus piedras llenan el lugar de tristeza, por su historia.
También se ubica la Capilla de San Esteban, edificación del siglo XIV y lugar que se utiliza para realizar los oficios religiosos que se celebran en el poblado.
En este incomparable pueblo, se ha conservado el trazado medieval de sus recónditas calles, un auténtico laberinto en zigzag y de formas arquitectónicas construidas en piedra, que nos van conduciendo el recorrido a través de recovecos, arcos, escaleras y callejones cubiertos, así como pasos elevados que unen sus viejos edificios.
Mientras circulas por estas vías tan particulares, no dejes de detenerte para observar sus ventanas y sus recias puertas de madera, así como los detalles decorativos de las fachadas de sus antiguas edificaciones, tales como escudos, mosaicos y picaportes, que nos hacen imaginar cómo era la vida antaño.
A dos Km del pueblo se ubica la ermita Santuario de la Virgen de la Bovera, en la cima de un cerro, lo que la hace bastante visible, y desde donde se obtiene una buena vista de la comarca. Su iglesia es muy austera y está muy bien conservada. En su fachada principal hay un reloj de sol con la frase: ”Yo sin sol y tú sin fe, no valemos nada”
Mapa con los lugares que visitar en Guimerá
Festividades y Gastronomía en Guimerá
Este ordenado pueblo empieza sus festividades la tercera semana de enero, cuando se organizan las Fiestas mayores de Guimerá en honor a San Sebastián. El lunes de Pascua se celebra la romería en la ermita de la Bovera, mientras que el segundo fin de semana de agosto tiene lugar el Mercado medieval.
Para terminar de disfrutar, debes degustar los productos de la tierra, así como el vino, los embutidos y el aceite de oliva.
La buena pastelería te invita a probar los orelletes, los cocs, los carquinyolis y el pan cocido en horno de leña.
Nuestros pasos por el silencioso pueblo de Guimerá, nos advertirán mientras paseamos por sus laberínticas calles, que hemos pasado del siglo XXI a plena Edad Media, y no te sorprendas si crees que llegas a escuchar los golpes de martillo del herrero, las risas del tabernero o los pregones de los mercaderes. Así de mágica es esta villa.