Nos encontramos paseando por Salamanca, en la Comunidad de Castilla y León, para acercarnos hasta el precioso pueblo de Ledesma. Una villa que se enclava en lo alto de una colina, con el Río Tormes a sus pies y un precioso lugar turístico, lleno de encanto y monumentos impresionantes.
Las distintas civilizaciones que la ocuparon, dejaron su huella marcada en la vida e historia de esta fantástica ciudad, así que vamos a conocerla y conquistarla.
LEDESMA-Pueblos más bonitos de Salamanca. Foto por Lancastermerrin88. Wikimedia Commons.
¿Por qué visitar Ledesma?
Este cautivante poblado nos dejará descubrir toda una arquitectura muy conservada, así como sus diversos rincones donde quedó estampado el paso de musulmanes, romanos, portugueses y españoles, todo con muchos matices. Además cuenta con un entorno natural que nos permite respirar a pulmón limpio, y llenarnos de paz.
Monumentos y sitios de interés
Este viaje al pasado empieza cuando cruzamos el nuevo puente sobre el río Tormes. Ya vislumbramos el hermoso puente medieval con su Ermita del Carmen, y a lo lejos la silueta que deja la Iglesia de Santa María la Mayor.
Aparcamos el coche, y caminamos hacia la Puerta de San Nicolás, única sobreviviente de las ocho que permitían el acceso a este lugar. La misma guarda una triste historia, por eso también se le conoce como la “Puerta de los Mártires”.
A pocos pasos encontramos una auténtica joya: la Iglesia de Santa María la Mayor cuya construcción se inició en el Siglo XV, máxima referencia de la fé de los ledesminos.
En el interior, la bóveda es realmente impactante; además, allí se encuentra el sepulcro de Don Sancho, nieto de Alfonso X El Sabio.
La enorme Torre permanece erguida queriendo tocar las nubes, y por debajo de ella se encuentra el arco que conduce a la Calle de los Curas.
Por estar en la Plaza Mayor, aprovechamos de pasar por el Ayuntamiento, otra edificación del Siglo XV. Cerrando este conjunto de obras, el Palacio de Don Beltrán de la Cueva, donde se alojó por pocos días el Rey Enrique IV.
El arco de los Roderos, separa este Palacio de otra edificación menor, donde en el pasado se reunían los Procuradores Generales, de allí que se llamase Casa de los Roderos.
Dejamos este icónico lugar y nos encontramos con la Iglesia de San Miguel Arcángel, original del Siglo XII, que tras múltiples rehabilitaciones, ha terminado por ser el “Centro de Interpretación Histórica de Ledesma-Bletisa”.
Y ya nos encaminamos a buscar el Castillo-Fortaleza, ubicado al sur del recinto amurallado de Ledesma, un precioso pueblo de Salamanca. Se encuentra alejado del río para proteger al poblado y sus habitantes.
Otros lugares de Ledesma que debes conocer
Queda mucho por recorrer en este encantador pueblo salmantino, así que nos cuentan que frente al Castillo está la Plaza de la Fortaleza, que formaba parte de esa edificación. Allí vemos la figura del Verraco, escultura de granito que se presume puede tener más de 2.000 años.
Fue tal la importancia que tuvo en el pasado remoto esta localidad, que por donde miremos encontramos un buen número de Iglesias y Ermitas, y otras edificaciones civiles que pasan a engrosar el importante patrimonio de esta villa.
Es así que tenemos la Iglesia de Santa Elena, que se mantiene igual a como se veía hace 800 años; en la Iglesia de San Fernando, se veneran los restos óseos de los llamados “Pastores de Belén”, o el Monasterio de San Salvador cuya fundación probablemente es del Siglo XII.
Asimismo, todavía se mantienen en pie, cinco cruceros góticos y renacentistas en el pueblo, así como distintos puentes romanos que comunicaban tanto al poblado como a las localidades vecinas, además de los puentes del arroyo Merdero, y en las afueras, el Puente de Peñacerracín o el Puente Mocho.
Igualmente, se pueden visitar las residencias de las familias nobles que colman las callejuelas de Ledesma, como por ejemplo la Casa Godínez-Rodriguez de Ledesma-Fonseca, o la antigua casa de la Orden de Malta, así como la Casa de las Almenas.
Gastronomía y Fiestas en Ledesma
Los amantes de la buena comida se darán un gustazo probando los platillos de los ledesminos; es así que las carnes y embutidos se acompañan de patatas meneás, hornazo o empanadas. Su producto indiscutible son las rosquillas.
De igual forma, mantienen sus fiestas tradicionales, es así que en febrero se celebran las fiestas de las Águedas, mientras que para la Semana Santa, el fervor religioso lo marcan las Cofradías. En junio se lleva a cabo el Corpus Christi, y para julio son las festividades de la Patrona.
Ledesma, declarada Conjunto Histórico, con el devenir del tiempo se ha convertido en una localidad muy especial, encantadora, acogedora, pero sobre todo espectacular, al encontrarse anclada al pasado remoto.
Pasear por este conjunto amurallado, repleto de grandes historias, nos hace querer volver para desconectar del bullicio, caminar por sus calles y tocar las piedras, y sentir que el reloj del tiempo definitivamente se ha detenido.