Viajamos hasta la Comarca de la Jacetania, en la Provincia española de Huesca, y muy cerca de la frontera con Francia, en el pirineo aragonés, descubrimos un hermoso pueblo lleno de cultura y tradición: Ansó, donde la bruma de la historia y el ambiente natural, detuvieron el reloj del tiempo.
¿Por qué visitar Ansó?
Los parajes cobijan al inolvidable poblado de Ansó, y se debe a su incomparable ubicación cerca del Parque Natural de los Valles Occidentales.
Ansó pueblo de Huesca. Foto por Cherubino. Wikimedia Commons.
Visitaremos su centro histórico decretado “Bien de Interés Cultural”, recorreremos las praderas y bosques bañados por ríos, y hablaremos con los custodios de su particular dialecto y de los especiales trajes autóctonos.
Monumentos y sitios de interés
Este pequeño pueblo con pocos habitantes, nos obliga a abandonar el coche para que sean las callejuelas las que guíen nuestros pasos. Así vamos descubriendo la interesante arquitectura de sus casas, donde la piedra y la madera juegan en armonía.
Llama la atención que entre casa y casa, hay un pasillo de separación que se denomina “artea” o “callizos”. Las fachadas se muestran hermosas, con sus balcones llenos de macetas y flores.
Y caminando nos encontramos con la Iglesia de San Pedro, erigida en el Siglo XV sobre los cimientos de un antiquísimo templo. Esta robusta y sólida obra conserva un precioso Retablo Mayor, y un órgano francés con varias centurias encima.
En su interior también se encuentra el Museo de Arte Sacro, donde se exhibe una completa colección de objetos, tallas o libros parroquiales, así como unos pergaminos del Siglo XVI.
Cerca está el Torreón Medieval, que se ocupa de la vigilancia del pueblo desde el Siglo XIV, y donde según cuenta la leyenda, estuvo presa la Reina Blanca II de Navarra.
Recorriendo este bellísimo pueblo montañés, perfectamente conservado, llegamos al Ayuntamiento, ubicado en pleno centro del poblado y donde se resguardan documentos desde el Medioevo, tales como Libros de Actas y Acuerdos Vecinales o facerías.
Hacia el norte de la villa de Ansó, un peculiar pueblo de Huesca, hallamos el Museo del Traje Ansotano, un espléndido lugar que nos define a la perfección el significado de la identidad cultural: el traje típico de esta localidad, tan antiguo como el pueblo mismo, al que siempre se rindió culto.
Otros lugares de Ansó que debes conocer
A medida que vamos transitando las calles empedradas, y disfrutando de la arquitectura de este poblado, descubrimos lo que los ansotanos bautizaron como los rincones de Ansó, edificaciones de las más antiguas, desperdigadas por este pequeño tesoro.
Encontramos entonces el Rincón de Blanquis, un espacio muy acogedor. En otra calle está el Rincón de Ornat, que nos muestra la arquitectura más autóctona del pirineo aragonés.
También acudimos al Centro de Interpretación del Parque Natural de los Valles Occidentales, el cual nos aproxima a la relación del hombre con este medio rural, y donde se exhalta la figura del “oso pardo”.
Ya en las afueras, visitamos la Ermita de la Virgen de la Puyeta, Patrona de Ansó, cuya romería está en la sangre de todos los vecinos.
Y para llenarnos de la energía que se respira en los bosques y caminos de esta comarca, podemos realizar caminatas por los distintos senderos y acercarnos, por ejemplo, al refugio de Linza, con una bella pradera, vacas pastando y la alta montaña rodeando todo el paisaje.
Igualmente nos espera el Valle de Aguas Tuertas y finalizando el recorrido, ascendemos a los montes de Petrachema o a la Mesa de los Tres Reyes.
Mapa con los lugares que visitar en Ansó
Gastronomía y Fiestas en Ansó
Este lugar paradisíaco nos invita a degustar sus estupendas recetas, así que no podemos dejar de probar el jabalí o las carnes a la brasa, la longaniza y las costillas. También las migas con setas son muy apreciadas.
Las festividades están asociadas al estilo de vida de los ansotanos, de esta manera, en enero celebran a San Antón, el Santo de los animales, así como a San Sebastián, a quien conmemoran en enero y en septiembre, para que todos los vecinos acudan a la reunión.
Su máxima fiesta es el día de la exhaltación del traje típico, cuando los habitantes reutilizan la vestimenta autóctona, heredada de sus ancestros.
A principios de septiembre, todos los vecinos y visitantes acuden en romería hasta la Ermita, para homenajear a su Patrona, La Virgen de Puyeta; días después celebran a San Mateo, con fiestas que incluye hasta vaquillas.
La naturaleza desperdigó pinceladas de belleza en todo el pueblo de Ansó. Recorrer estas calles, disfrutar de sus paisajes, y respirar el aire rural que envuelve esta villa, nos hará disfrutar lo impactante que resulta este incomparable lugar.
Sus curiosidades han trascendido los libros de la historia, y allí se mantienen hasta hoy día, lo cual habla del orgullo que sienten los ansotanos de sus ancestros y su legado; no en balde la esencia se preserva en Ansó, uno de los pueblos más bonitos de España.