Hoy nos disponemos a conocer un pequeño pueblito de las montañas gallegas de Orense, del que poca gente habla. Nos vamos hasta Manzaneda, espectacular villa medieval ubicada en un entorno natural privilegiado.
También nos ofrece la posibilidad de practicar en sus puertos de esquí, así como recorrer sus parajes llenos de bosques de castaños y viñedos, en las rutas de senderismo destinadas a tal fin.
MANZANEDA-Pueblos más bonitos de Ourense. Foto por Elisardojm. Wikimedia Commons.
¿Por qué visitar Manzaneda?
La riqueza arquitectónica la vamos palpando en cada piedra que pisamos en este fantástico poblado, que algunas veces parece abandonado y solitario; se encuentra a casi 80 kilómetros de Orense, su capital.
El agradable clima se ve matizado con la Serra da Queixa, y el punto más alto lo alcanza en el cerro Cabeza Grande de Manzaneda.
Vamos a descubrir los tesoros que tan celosamente guarda esta villa orensana desde 1332, fecha de su nacimiento.
Monumentos y sitios de interés
Por la valiosa ubicación que tiene Manzaneda, nos atrevemos a decir que formaba parte de una zona que estaba amurallada y de un espacio más grande que incluía un Castillo.
Es preferible recorrer las calles a pie y dejar el coche aparcado en las afueras, ya que nos podemos quedar atascados en algún rincón.
Toda la zona histórica y central se llena de viejas casas, otras deterioradas y cansadas por los años de vida, pero también por viviendas renovadas, guardando su encanto ancestral.
Las estrechas y empedradas callejuelas van asomando su pasado, es así que ingresamos por la Porta da Vila, acceso natural a la aldea blindada por las murallas, de las cuales ya no queda casi nada, salvo algunos tramos.
Continuamos recorriendo este mundo mágico y silencioso por la Rua da Igrexa o “Calle O Medio”, su arteria principal, y así veremos unos pasadizos que la unen a otras angostas vías como el Callejón de O Calexón hacia la Calle Atrás.
Entonces llegamos a la parte más alta de Manzaneda, un encantador pueblo de Orense, para revisar lo poco que queda del Castillo, y se tiene noticia que desde el Siglo XII ya existía esta construcción. A finales del Siglo XV, con la rebelión de los irmandiños, queda destruido, y se reconstruyó.
Durante el Siglo XVI, los Condes de Ribadavia toman posesión de la villa, y es cuando esta magnífica obra pasa a tener un papel importante para Galicia.
Tras su abandono y ruina, ahora sólo vemos algunos rastros de muros y columnas que están dispersos. Desde las alturas tenemos unas vistas panorámicas fabulosas.
Regresamos caminando y vemos la cárcel de los Sarmiento que formaba parte del Castillo. Sobre su fachada se percibe el gran escudo de armas de esta familia, y actualmente se usa para fines culturales.
Otros lugares de Manzaneda que debes conocer
A menos de 2 kilómetros, en el bosque Souto de Rozavales, encontraremos un auténtico ícono natural como es el Castiñeiro de Pumbariños, un enorme y multicentenario castaño declarado como Monumento Natural de Galicia. Se supone que tiene más de 5 siglos de vida.
Se encuentra en una zona acompañando a otros de estos árboles antiguos, formando un conjunto excepcional, donde además podemos pasar un largo rato, ya que hay mesas y sillas para poder compartir una pequeña merienda.
El senderismo nos acerca a la naturaleza cuando visitamos el conjunto de montañas Cabeza de Manzaneda, las cumbres más altas de esta zona de Galicia. Allí se encuentra el destino turístico más conocido de la localidad: la única pista de esquí en las cimas.
Este centro invernal se llena de amantes de la nieve, en los diferentes espacios que permiten practicar este deporte, tanto a novatos como a expertos. A lo largo del año se ofrecen otras actividades como paseos en caballo, canchas de futbol e incluso circuitos de descenso en bicicletas de montaña.
Gastronomía y Festividades en Manzaneda
La comida tiene los olores de la cocina manzanedense expresados en los derivados del cerdo como los embutidos o las filloas de sangre.
La ternera y el cabrito asado son muy solicitados por los turistas, al igual que las castañas y los quesos. Para los meses más fríos nada mejor que los potajes y las sopas.
La experiencia se completa degustando los deliciosos vinos orensanos.
No son pocas las celebraciones que organizan los vecinos, pero la más reconocida y de la que presumen los habitantes es de su curioso carnaval o Entroido, protagonizado por el Fulión y con un personaje juguetón llamado “mázcara”, que adornado con guirnaldas y lazos coloridos baila al ritmo de tambores.
Por el mes de junio celebran el Corpus Christi con distintas actividades, y se preparan para las grandes fiestas que honran a la Virgen de las Nieves, incluyendo misas y procesiones, en un ambiente muy alegre.
Nos marchamos de Manzaneda, un hermoso pueblo que nos regresa al medioevo y nos premia con el ambiente natural absolutamente envidiable que lo rodea, perfecto para desconectarnos de lo cotidiano, y encontrar en sus espacios el remedio para nuestra agitada vida cotidiana.