En esta oportunidad vamos a un poblado de la Provincia de Ciudad Real, considerado Patrimonio de la Humanidad, al contener las antiguas y más grandes minas de mercurio del mundo. Nos referimos a Almadén, urbe contradictoria desde hace más de dos mil años.
Todo un pueblo dedicado a la minería, atesora importantes edificaciones industriales y religiosas añejas, que le dan una tremenda importancia a esta sorprendente localidad.
ALMADÉN-Pueblos bonitos de Ciudad Real. Foto por amata_es. Flickr.
¿Por qué visitar Almadén?
La “ciudad del mercurio”, como también se le conoce, nos obsequia con interesantísimos vestigios de su antigüedad, desde las “pinturas rupestres” encontradas, pasando por la explotación del cinabrio, que al final decide el destino de los pobladores, al estar vinculados a la explotación de este mineral.
No obstante, las distintas ocupaciones dejaron su impronta en las instalaciones que se mantienen en pie, y que de alguna forma hicieron grande y próspera esta villa.
Todo este fascinante lugar se encuentra cobijado por la Dehesa de Castilseras, extraordinarios parajes donde hace vida la fauna salvaje, además de una invaluable flora que propicia la apicultura.
Monumentos y sitios de interés
Para comprender el subsuelo de Almadén, debemos conocer su superficie, es así que empezamos la visita por la Plaza de Toros, construida en el Siglo XVIII en forma hexagonal, por razones muy precisas.
Se construyen 24 viviendas destinadas a los mineros, y con el alquiler se aportaba dinero para construir el hospital. Actualmente alberga el Museo Taurino, así como la Oficina de Turismo.
Enfrente está el Monumento al Minero, para honrar la memoria de aquellos que perdieron la vida en semejante faena.
A pocos pasos llegamos a la Iglesia de Santa María La Estrella, obra levantada en 1747, por contribución de los habitantes y trabajadores de Almadén, un sorprendente pueblo de Ciudad Real. Mantiene su fachada sencilla, guardando en el interior al Cristo de la Fuensanta y a la Virgen de los Dolores.
Al cruzar la Plaza de Jesús, entramos a la Calle Mayor, la cual nos lleva hasta la Plaza de la Constitución, en la cual se ubica la Iglesia de San Juan, que desde el Siglo XVIII se mantiene con su fachada de piedra rojiza y en cuyo interior se venera al Cristo de los Mineros.
Callejeando, veremos muchas de las casas señoriales en las calles sinuosas; es así que descubrimos el Castillo de Retamar, construido en el Siglo XII en la zona más alta del poblado. Lo único que perdura de esta edificación es la Torre-Campanario.
Otros lugares de Almadén que debes conocer
Bastante cerca de las ruinas del Castillo, en la Calle Mayor también veremos la Casa Academia de Minas, primera de su tipo en España, creada en 1777 para profesionalizar y mejorar la extracción del mercurio.
Más adelante, la Casa de los Fúcares, fundada originalmente para los Padres Dominicos en el Siglo XV, que luego sirvió de residencia a los banqueros alemanes de apellido Függer, pues tenían arrendada la mina.
Desde aquí nos movemos para ver el Parque Minero de Almadén, y así descubrir cómo se trabajaba en estas instalaciones centenarias, al recorrer las entrañas de la tierra, en un viaje sinigual.
A 50 metros bajo tierra se verá la Galería de Forzados, así como la Ermita de la Virgen de la Mina, y el pozo y malacate de San Andrés.
A nivel superficial están los hornos de Aludeles y los hornos de Tejera; a pocos metros, y tras pasar la Puerta de Carlos IV, en lo que era el Antiguo Almacén ahora tenemos el Museo del mercurio, estupenda manera de aprender todo sobre este mineral.
Al salir por la Calle Felipe Asensio, hallamos en la Plaza Manuel Meca, la Real Cárcel de Forzados, para registrar la manera en que vivían los presos y los esclavos; un poco más adelante, el Real Hospital de Mineros, que al empezar a funcionar en 1774, atendía a los mineros y sus familias.
Finalmente, un paisaje espectacular es el que nos ofrece la Dehesa de Castilseras, inmenso espacio de 9.000 ha, donde abundan los bosques, podremos pasear en caballo o dedicarnos a disfrutar de la flora y fauna.
Gastronomía y Festividades en Almadén
Las delicias culinarias se componen de la mezcla de culturas, siendo lo más resaltante el guarrillo frito; en las carnes destaca el cordero, así como el jabalí o el arroz con liebre.
Al igual que en su cocina, los almadenenses disfrutan de sus festividades, cuando en enero empiezan con las lumbres de San Antón y Santa Brígida. Los carnavales son fiestas espléndidas donde destaca la murga, mientras que en Semana Santa resalta la Procesión del Silencio.
Las fiestas patronales, en honor a San Pantaleón se dan en julio, y durante septiembre son las festividades en ocasión de la Virgen de la Mina, cuando los mineros realizan la procesión hasta el Parque Minero, con sus trajes de trabajo.
El fascinante pueblo de Almadén, es un lugar lleno de contrastes y contradicciones, pero al recorrerlo, nos ha dejado un estupendo recuerdo, además de un gran aprendizaje.
Vale la pena, escaparnos un fin de semana a esta población en Castilla-La Mancha, para disfrutar de un lugar con una gran y compleja historia.