Nuestra pasión es recorrer España por sus cuatro costados, y conocer pueblos fascinantes y mágicos. Es así que en el macizo central de los Picos de Europa, en plena zona asturiana, descubrimos Bulnes, un poblado absolutamente alucinante.
En lo recóndito de la montaña, a unos 145 kilómetros de Oviedo, se sitúa esta pequeña aldea, que disfruta oficialmente del título de uno de los pueblos más bonitos de España, desde enero de 2021.
BULNES-Pueblos mas bonitos de Asturias. Foto por Falk2. Wikimedia Commons.
Idílico paraje para desconectar de la actividad cotidiana y acceder a otro mundo, sereno, hermoso y tranquilo.
¿Por qué visitar Bulnes?
Este paraíso extraviado en la pureza de la montaña, parece inimaginable, pero al llegar, bien a pie o en funicular, se abre un paisaje que nos deja boquiabiertos.
Esta villa de la provincia de Asturias tiene poco y tiene mucho al mismo tiempo; pocas casas y menos habitantes, pero le sobra seducción, belleza y carácter. Aquí están “prohibidos” los vehículos y los celulares; hemos venido a llenarnos de mucha energía.
Monumentos y sitios de interés
Aunque parezca incierto, el pueblo de Bulnes, no tiene acceso por carretera; para llegar a él, debemos subir por un sendero escabroso y empinado, o en un funicular, el que empezó a funcionar en el año 2001. Antes de esta fecha, todo era subir y caminar.
Así que dejamos el coche en la aldea de Poncebos, donde se encuentra la estación del funicular. El servicio funciona todos los días para los vecinos y turistas, teniendo salida cada 30 minutos en un trayecto que dura escasamente 7 minutos, salvando así un desnivel de 400 metros.
Este lugar, aparentemente olvidado en el tiempo, se divide en dos sectores: Bulnes de Arriba, también conocido como El Castillo, y Bulnes de Abajo, o La Villa.
En La Villa se ubican locales de comida, tiendas e incluso posadas para los visitantes, resultando en el centro de ajetreo del lugar.
Aquí se encuentra la Capilla de Nuestra Señora de las Nieves, restaurada en el año 2014, poco después de pasar más de 60 años abandonada y casi en ruinas, por lo cual los bulniegos se alegran ya que su Virgen ha regresado a casa.
Muy cerca, el antiguo cementerio nos muestra la cara más austera de la localidad.
De igual forma, si escudriñamos un poco, podremos llegar a ver los restos de 2 molinos harineros, conocidos como La Reguina y El Chiflón, sobrevivientes de los cuatro que existían en la zona.
Ascendemos hasta Bulnes de Arriba, donde se ven las pocas casas típicas de la montaña asturiana. Construídas en piedra y madera, le dan un aspecto romántico a las escasas calles, también empedradas.
En este sector se encuentran los restos de lo que se supone, fue una Torre de Observación. Desde acá tendremos unas primeras vistas del entorno de Bulnes, un paradisíaco pueblo de Asturias.
Otros lugares de Bulnes que debes conocer
Además de encontrar poquísimas casas, durante nuestra caminata nos acompaña el sonido del agua de los riachuelos que cruzan a este pueblo de ensueño.
Los amantes del senderismo disfrutan recorrer los alrededores y prados de Bulnes, donde se pueden tropezar con algunas vacas pastando tranquilamente, o con inquietas cabras que en grupo pasean por acá.
Si deseamos llegar al poblado caminando, lo hacemos por la canal del Texu, un hermoso sendero angosto, que ya nos va enseñando lo que nos espera más arriba.
Pero, los que realmente van a tomarse bien a pecho este viaje, son los dedicados al montañismo, ya que hay distintas rutas que los llevan hasta los pies de los picos de Europa.
Cerca del poblado, caminando unos 15 minutos, llegamos hasta el mirador, donde tendremos vistas espectaculares del Picu Urriellu, también conocido como el Naranjo de Bulnes, por la hermosa tonalidad que reflejan los rayos del sol.
También podemos partir hacia la ruta de la reconquista, la cual es más compleja y larga, que nos lleva hasta las faldas del Pico, recorriendo el Collado de Pandebano.
Festividades y Gastronomía en Bulnes
En este remoto y solitario lugar, los bulniegos celebran sus fiestas patronales en honor a la Virgen de las Nieves, durante el mes de agosto, mientras que para el mes de noviembre se organizan las de San Martín.
Por su parte, los visitantes pueden degustar la exquisita y sencilla comida de Bulnes, en los pocos restaurantes de la localidad, pero con todo el toque asturiano. El queso resulta su producto estrella.
Dentro de los platos típicos la fabada es contundente, así como las patatas o las croquetas de cabrales. Hay que acompañar con buen vino o la deliciosa sidra.
Ha sido una gratificante sorpresa descubrir la remota aldea de Bulnes, ubicada en el Parque Nacional de los Picos de Europa, donde todo es espectacular.
En el pasado reciente, este poblado se reinventó, logrando captar a gran cantidad de turistas y visitantes, los que vienen a disfrutar de su privilegiado entorno natural, clima y deliciosa gastronomía.
Esta villa ya no está aislada, y nos hace sentir que la felicidad no está en nuestros sueños, el verdadero paraíso se encuentra en Bulnes.