La Provincia española de Ávila, guarda en su interior un pueblo con historia y un atractivo totalmente envidiable, se trata de El Barco de Ávila, antigua villa medieval, con hermosas edificaciones.
Todos aquellos que antaño pasaron por estas fantásticas tierras, dejaron su marca en el castillo, el espectacular puente, así como en las casas señoriales de los nobles, aunque ahora tengan otro uso.
EL BARCO DE ÁVILA-Pueblos más bonitos de Ávila. Foto por David Castillo en Pixabay.
El río Tormes cruza su tierra, mientras que el otro protagonista, la Sierra de Gredos, completa la belleza de este entorno mágico y natural.
¿Por qué visitar El Barco de Ávila?
Esta villa, es tan hermosa y tan cuidada que ha sido declarada Conjunto Histórico-Artístico, y posee una colección de elementos dispersos por la ciudad, que muy bien merecen una visita.
Asimismo, es una delicia recorrer sus calles para disfrutar de los olores que salen de sus fogones, tocar la historia en cada piedra, o sentarnos a conversar con los barcenses sobre la vida que tuvo y tiene este fantástico poblado.
Prepara la mochila, porque iremos rumbo a saber un poco más de El Barco de Ávila, un pueblo que no tiene mar.
Monumentos y sitios de interés
Iniciamos nuestra caminata visitando el punto más histórico de este lugar. Rodeado de otras plazas, encontramos la Plaza Mayor o Plaza de España, y el Ayuntamiento.
Alrededor de esta plaza, están los edificios arquitectónicos más relevantes para la historia y la vida cotidiana de El Barco de Ávila, un hermoso pueblo de Ávila.
Además del Ayuntamiento, está la Casa del Reloj, donde antiguamente se ubicaba la Casa Consistorial; reconstruida en el Siglo XVIII, se instaló el Reloj y un soporte metálico para la campana. Actualmente es Oficina de Turismo.
A pocos pasos se ubica la Ermita de San Pedro del Barco, culminada en el Siglo XVIII, sobre lo que fue la casa natal de este Santo; en su interior se resguarda como reliquia un “húmero” de este barcense.
Dejamos la Ermita para disfrutar de una de las joyas de esta localidad: la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, original del Siglo XII y reconstruida dos centurias después.
Su fachada de granito es impactante, y su interior aún más. Adentro resalta la ornamentación, los “enrejados” exquisitamente elaborados, y el impresionante órgano barroco adornado sobre dorado, azul y rojo.
Se comenta que cuando suena dentro de la Iglesia, se completa con el sonido la majestuosidad de sus capillas.
En el exterior, su inmensa Torre al igual que los tejados, permiten a las eternas cigüeñas apoderarse de estos espacios para anidar, lo cual brinda un aire más nostálgico a este espacio.
Al tomar la Calle de la Parada, vamos a cruzar el hermoso Puente de la época romana, con todos sus arcos y calzada de piedra. El mismo nos guía, en el otro extremo hasta la Ermita del Cristo del Caño, la cual tiene una emotiva historia, que desde el Siglo XII le acompaña.
Otros lugares de El Barco de Ávila que debes conocer
Regresamos nuestros pasos por el maravilloso Puente, y ya vemos la silueta del Castillo de Valdecorneja. Ubicado estratégicamente en lo alto de un cerro y dominando el paisaje.
Sus hermosos muros de piedra están llenos de heridas, por el desamparo y lo dura que ha sido su vida desde el Siglo XII. Aún así, se ha reconstruido varias veces y sólo se mantienen sus paredes externas, ya que el interior fue utilizado hasta el Siglo XIX como cementerio.
Actualmente sirve para los distintos actos culturales que se celebran en este atractivo pueblo abulense.
De este lugar partían las antiguas murallas para proteger al poblado, y tenían dos puertas: la Horcajada, que fue eliminada y la Puerta del Ahorcado, reconstruida y con una interesante leyenda.
Además, en nuestra caminata, veremos muchas otras edificaciones civiles y religiosas desperdigadas en el poblado.
Mapa con los lugares que visitar en El Barco de Ávila
Gastronomía y Fiestas en El Barco de Ávila
Al visitar este lugar, sus delicias culinarias se vuelven la gloria, por eso nos atrevemos con el chuletón de Ávila, la tortilla de huevo con cerdo, o las más grandes judías blancas que hayas visto, junto a las patatas revolconas.
Terminamos con las yemas de Santa Teresa o las pastas de té.
Igualmente, por diversas razones, las fiestas en El Barco de Ávila , son sencillas y emotivas, por lo cual invitan a turistas y coterráneos a participar de los carnavales con los disfraces, mientras que las Fiestas de los Quintos o en honor a Santiago Apostol, las disfrutan a finales de julio.
De igual forma, en agosto las reuniones son en torno a las fiestas de San Pedro del Barco, el Patrono de la villa, para culminar en septiembre con la gran celebración de las veladas del Santísimo Cristo del Caño, y su respectiva procesión.
Este atrayente pueblo, con sus escasos habitantes, nos ha dejado más que satisfechos con todo lo que pudimos ver de arquitectura medieval; su suave clima nos permite pasear y disfrutar de este ambiente delicioso, mientras recorremos sus calles.
Es un destino tan excepcional, que tenemos vistas y lugares de todo tipo y para todos los gustos; rehacemos la maleta, y nos disponemos a programar otra aventura en este atractivo lugar.