En Extremadura, llegamos a la Provincia de Cáceres, buscando fascinantes espacios naturales, así que enfilamos hacia Garganta la Olla, fenomenal caserío con onda medieval, con unos paisajes y lugares de agua que son simplemente espectaculares.
La madre tierra dibujó aquí unos espacios que son del disfrute de todos; igualmente la arquitectura de la villa es típica de la zona, y qué decir de sus muchas leyendas y mitos.
GARGANTA DE OLLA-Pueblos más bonitos de Cáceres,. Foto por Antonio José Lastres León. Flickr.
Esperamos que Garganta la Olla, se muestre tal y como es: hermosa pero salvaje.
¿Por qué visitar Garganta la Olla?
Las curiosidades que esconde este particular poblado extremeño son únicas; fue declarado Conjunto Histórico-Artístico por el estupendo estado de conservación de sus construcciones, y se ubica a los pies de la Sierra de Tormantos, en la Comarca de la Vera.
En cualquier momento del año, los rincones de Garganta la Olla nos invitan a darnos un chapuzón en sus “piscinas naturales”, y a deleitarnos con la naturaleza que se respira aquí.
Es un pequeño pueblo, y no perdemos la oportunidad de recorrerlo para conocerlo.
Monumentos y sitios de interés
La entrada a este fascinante lugar es por su lado sur, donde está la Ermita del Santísimo Cristo del Humilladero, pequeño templo del Siglo XVI, del cual resalta su altar en azulejos.
Caminando, llegamos hasta la casa de Postas, vivienda de 1576, usada como posada para los viajeros. A pocos pasos, la Casa de Las Muñecas, una residencia peculiar, ya que funcionaba como prostíbulo para la comitiva de Carlos V.
Se identifica por el color azul de su fachada, así como por una “muñeca” esculpida en su frontal.
Casi al lado, veremos el Museo de la Santa Inquisición, construido en el Siglo XVII y que funcionó como sede del Santo Oficio, hasta el año 1834.
En su interior se podrán ver artefactos de la vida cotidiana rural y, en la “sala de torturas”, todos los artilugios para provocar sufrimiento a los presos.
Adyacente, la Plaza Mayor, o “Plaza Diez de Mayo”. Allí está el Ayuntamiento, con una pequeña fuente en el centro, y en un lado, se puede observar la picota del suplicio.
Por cierto, otro lenocinio que también existía en esa época, se ubicaba en la Casa de Mozas de Fortuna, frente a esta Plaza.
Subiendo por la calle Gradas llegamos a la Iglesia Parroquial San Lorenzo Mártir, en la parte más alta de Garganta la Olla, un fascinante pueblo de Cáceres.
Su enorme Torre se divisa desde cualquier punto de la villa, y cuenta la leyenda, que la cruz que se ubica en la cúspide fue colocada en homenaje a las víctimas fatales de la Serrana de la Vera, un personaje mitológico de este pueblo.
En su interior se contempla un interesante órgano y el Retablo Mayor.
Otros lugares de Garganta la Olla que debes conocer
De las muchas casas originales que se pueden ver en Garganta la Olla, destaca la Casa Carvajal, en la Calle Santa Isabel, donde se presume que nació La Serrana, Isabel de Carvajal, sobre la cual se esgrime una terrible leyenda.
Es la única casa que posee en su fachada el escudo nobiliario.
Algo más cerca encontramos otra casa peculiar: la Casa de la Peña, un símbolo fotogénico del pueblo, ya que su balcón se mantiene suspendido por tres maderos encajados en una roca.
En el Barrio de la Huerta se encuentra la casa de verano de los Duques de Alba, que en el Siglo XVIII funcionó como “casa de contratación de la seda”. A lo largo de estas calles veremos los balcones con macetas repletas de flores, dando un especial colorido a las zonas.
Este hermoso lugar rodeado de un fascinante ambiente natural, donde el agua como elemento es la protagonista, hace de las actividades al aire libre un completo relax. Es así que en la Garganta Mayor, podemos tomar un chapuzón en Las Pilatillas o Las Marmitas del Gigante, especie de piscinas caladas en las rocas.
También visitamos el Charco El Calderón, donde un pozo y una cascada serán suficientes para desconectar al ritmo de la caída del agua, así como del olor profundo de la naturaleza viva.
Gastronomía y Fiestas en Garganta la Olla
No podemos despedirnos de Garganta la Olla sin probar su rica cocina. Entre sus platillos destacan las migas extremeñas y las patatas revolconas, así como la exquisita sopa de tomate. También resaltan los embutidos, o el cochinillo y el cabrito asados.
De la dulcería nos recomiendan las rosquillas, perunillas y floretas.
Este es un pueblo muy alegre, así es que después de carnaval, celebran el entierro de la sardina. En Semana Santa, durante el Sábado de Gloria, realizan la Quema de Judas. En julio son las fiestas Patronales que incluye el “Baile de las Italianas”, y para el mes de agosto se celebra a San Lorenzo.
Hemos descubierto que Garganta la Olla es un pueblo diferente. Su gente es muy extrovertida, su villa realmente es un lugar de ensueño donde las leyendas cobran vida, y la naturaleza dejó sus pinceladas muy bien puestas.
La primavera llena de verde este lugar, mientras que el otoño deja caer sus colores rojizos, para que en invierno se llenen de blanco sus calles y casas. Esperamos volver para poder disfrutar de este mágico y misterioso lugar.