Paseando por el Alto Maestrazgo castellonés, nos encontramos un pueblo que es un auténtico tesoro: Catí, sinónimo de Medioevo, y es tal la belleza de sus joyas arquitectónicas, que su centro histórico ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico Nacional.
Mantenido en un ambiente rural, la visita nos lleva por el trazado original de sus calles estrechas, casas señoriales con hermosos escudos, y nos acerca a las riquezas naturales conocidas como el Tossal de la nevera, o las aguas medicinales del Santuario de L´Avellá.
CATÍ-Pueblos más bonitos de Castellón. Foto por Espanaviajar.
¿Por qué visitar Catí?
Las edificaciones y calles de origen medieval, dan un encanto muy particular a esta fascinante localidad de Castellón, uno de los pueblos más bonitos de la Península Ibérica, donde da gusto perderse en el entramado de su centro histórico y regresar en el tiempo.
Monumentos y sitios de interés
Empezamos a recorrer las estrechas calles de Catí, mientras nos asombramos con las hermosas casas antiguas, llegando hasta la Iglesia Parroquial de la La Asunción, ubicada en el centro del pueblo, justo en la Carrer Major.
Se construyó en el Siglo XIII, presentando reformas posteriores, y algunas capillas que fueron añadidas en el pasado, hasta llegar al aspecto actual.
Su entrada más llamativa se encuentra por la Plaza de la Iglesia, donde se observa un interesante reloj de sol que marca las horas, muestra los signos del zodiaco y los equinoccios y solsticios.
En su interior se guardan auténticas obras, tales como el Retablo de San Lorenzo y San Pedro de Verona, realizado por el pintor Jacomart, hacia 1460. Además se conserva una Cruz funeraria en piedra, del Siglo XIV, y la Cruz Procesional en plata, que data del Siglo XV.
Pero lo más impactante para los ojos y el alma, son los murales pintados en paredes y techos de la Capilla de Comunión, construida en el Siglo XVIII.
Al frente de la Iglesia, en la Carrer Major, se ubica el edificio del Antiguo Ayuntamiento, de estilo gótico, que nos permite descubrir sus antiguos usos como “lonja”, desde el Siglo XIV, para albergar las reuniones del Consejo, como prisión y carnicería.
Junto a este, se ubica la Casa Miralles, estupendo ejemplo de construcción gótica del Siglo XV, que ahora funciona como bar.
A su lado, la casa Delme, del Siglo XIV, donde se recogía el “diezmo” y se reunía el Consejo de Catí, un espléndido pueblo de Castellón.
Otros lugares de Catí que debes conocer
Otra de las casas antiguas que encontramos en este estupendo poblado, es la Casa de Joan Spigol, del Siglo XV. Igualmente, es interesante pasar por la Casa dels Montserrat, perteneciente al Siglo XVIII, así como revisar la fachada de la Casa de los Sans, con su escudo nobiliario.
Asimismo, dedicamos el tiempo a visitar otros espacios de culto, como algunas Ermitas que aún se mantienen en pie. Pasando por la Ermita de Santa Ana, la más antigua, ya que se terminó de construir en 1446. En su interior se encuentra la imagen de Santa Ana con la Virgen niña.
Un poco más lejos está la Ermita de San Vicente Ferrer, en el sector de Les Terreroles; se comenta que el santo predicó en este lugar, y que desafortunadamente se encuentra en ruinas. Ya, justo en el Vall de Cirerels, ubicamos la Ermita de la Virgen del Pilar, donde se venera su imagen.
Y a poco más de 5 Km de Catí, se encuentra la llamada Capilla Sixtina del Maestrazgo, ubicada en el Santuario de la Mare de Déu de L´Avellá. Su belleza interior es impactante.
Fue erigida en el Siglo XVI, luego que una señora leprosa y ciega se curara de sus afecciones, al escuchar a la Virgen decirle que se enjuagase en las aguas del manantial cercano.
Se convirtió en lugar de peregrinación, y además cuenta con un espectacular paraje natural, además de la fuente de agua medicinal. Es un excelente destino turístico.
Gastronomía y Fiestas en Catí
La gastronomía catinense es deliciosa. Resalta el Tombet, platillo de conejo con caracoles; de igual manera preparan el rico cabrito. No dejamos de probar los embutidos, y el gustoso turrón artesanal.
Debemos estar preparados para el excelente queso de cabra, oveja o vaca, muy apetitosos y reconocidos.
Las celebraciones en Catí son reflejo de la herencia, desde hace muchos siglos atrás.
Para el mes de enero, por San Antoni, se realiza la bendición de los animales, se prenden fogatas para acabar con la “Santantonada” y la representación de la vida del santo.
Por mayo, los vecinos participan de la Romería de Sant Pere de Castellfort, acudiendo en burros hasta el Santuario de L´Avellá, mientras que en agosto son las fiestas mayores de la localidad.
En septiembre se acude de nuevo hasta el Santuario de la Mare de Déu de L´Avellá, y se comparte la comida con los amigos. En octubre homenajean a la Virgen del Pilar, y en noviembre son las Fiestas de Sant Martí, patrono del pueblo.
El patrimonio del precioso pueblo de Catí nos ha dejado muy gratamente sorprendidos. En un pequeño espacio veremos todas las formas de arte que podamos imaginar. Sólo nos queda decir, que los aires ancestrales más exquisitos, los podrás respirar en este maravilloso lugar.