En los límites del Parque Natural de la Sierra de Espadán, en la comunidad valenciana, provincia de Castellón, se encuentra el fantástico pueblo de Sueras. Su ubicación resultó estratégica en el pasado remoto, al verse envuelto por grandes y espectaculares bosques de encinas, pinos y alcornoques.
¿Por qué visitar Sueras?
Este caserío ubicado en la comarca de la Plana Baja, tiene un claro sabor musulmán, el cual se percibe en sus estrechas calles y encaladas casas.
SUERAS - Pueblos más bonitos de Castellón. Foto por Columbusalbus. Wikimedia Commons.
La Iglesia, su Ermita y el Castillo, son piezas de arte que podemos disfrutar en esta localidad, donde nos acompaña el trinar de las aves y el sonido del agua que discurre, en medio de esta soledad infinita.
Monumentos y sitios de interés
La paz camina a nuestro lado, por el recorrido que hacemos en el hermoso poblado de Sueras. Es pequeño, motivado al lugar donde se instalaron las primeras casas, por lo cual nuestro paseo transcurre entre subidas y bajadas.
Llegamos a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que se nos presenta un poco arropada por las viviendas. No obstante, su gran tamaño hace que se perciban como muy chicas las otras edificaciones.
Diagonal a ella, una placita con fuente nos permite observar el precioso mural en cerámica, realizado en honor a la Virgen que ocupa buena parte de la fachada.
Este templo fue bendecido como tal por el año 1797, ya que la estructura anterior estaba en otro lugar y ya resultaba pequeña. Su interior luce muy sencillo, con algunos frescos decorando el crucero.
El Campanario arrimado a la fachada muestra un gran reloj, así como el espacio para las campanas.
Seguimos callejeando por las calles de Sueras, un fascinante pueblo de Castellón, mientras vemos algunos vecinos en tertulia, y a pocos pasos descubrimos el Ayuntamiento, lugar con muchas curiosidades.
Por ejemplo, conserva algunos restos de la Iglesia, como los techos abovedados, ya que aquí estuvo previamente este lugar de culto. La oficina del Alcalde, también resguarda una serie de artefactos y documentos bastante viejos, pero de antología.
Continuamos, y más adelante llegamos hasta la Ermita del Santo Cristo de la Clemencia, obra del Siglo XVIII, a la cual accedemos por un paseo lleno de árboles de pino. En el interior resguarda una hermosa imagen de Cristo crucificado.
Otros lugares de Sueras que debes conocer
El bello pueblo de Sueras, también tuvo su fortaleza. De origen árabe y construido por el Siglo XII, el Castillo de Maüz, que se encuentra en el tope del cerro Suera Alta.
Los restos de esta edificación se levantan hacia el cielo, dando una estampa incomparable y probablemente una de las más atractivas de estos parajes. Para llegar a él, atravesamos algunos naranjales, y allí, en plena montaña nos esperan sus ruinas.
A sus pies, ya nos imaginamos la vida que tuvo esta impresionante estructura, además de darnos la oportunidad de unas encantadoras vistas de lo que fueron sus dominios.
Dejamos a este viejo Castillo languideciendo con el tiempo, y nos proponemos descender hasta la Fuente del Castro, la más visitada por los turistas, tanto por la calidad del agua, como por los 16 caños que le surten de agua.
Se encuentra en un extraordinario espacio natural, donde incluso podremos merendar.
Bajando, y como a 3 Km encontramos lo que era Sueras Alta, un lugar despoblado de origen musulmán que aún conserva algunas ruinas de casas y calles, por lo cual se declaró “Espacio de Protección Arqueológica”.
Asimismo, las tierras prodigiosas de Sueras, han logrado traer hasta nuestros días el Olivo de Algepsar, que se estima tiene 500 años y se encuentra mejor que nunca.
De igual manera, la madre naturaleza nos brinda el Olivo de la Campana, árbol bicentenario con una historia muy curiosa.
Se le construyó la campana con los restos de un artefacto bélico que no estalló; se comenta, que quien lo ve debe tocar la campana, y si le damos vuelta, atraemos la buena suerte.
Gastronomía y Festividades en Sueras
La vida con los suerenses se hace más deliciosa cuando probamos su rica cocina, donde no falta la paella, así como la olla de pueblo, y las chuletas a la brasa. De la pastelería resaltan las orelletes y los buñuelos dulces.
De igual manera, los vecinos ocupan todo el año con muchas festividades, pero las más importantes empiezan en enero con las hogueras de San Antonio.
El 3 de febrero se reserva para el Patrón de la localidad, San Blas, mientras que el Cristo de la Clemencia sale de su Ermita durante el mes de julio. En agosto son las Fiestas mayores, que honran a la Virgen de la Asunción.
También tienen su feria llamada Sueras: un poble al carrer, que se organiza bien sea el último domingo de diciembre, o para el 1 de enero, y allí los suerenses muestran a los visitantes sus antiguos oficios y tradiciones, vistiendo ropa de época.
Ha resultado inolvidable y reconfortante conocer el amable pueblo de Sueras. Sus paisajes, hermosos bosques y encantadores vecinos, nos han hecho sentir como en casa.
Esta fascinante villa, nos ha enseñado que la naturaleza y la historia, van de la mano perfectamente.
