En esta oportunidad nos desplazamos hasta la Comunidad del Alto Mijares, en Castellón. En esta área de valles y montes de la geografía valenciana, se encuentra el pueblo de Villahermosa del Río, rodeado de un espectacular entorno natural.
Trepando una ladera reposa encantada esta localidad, de hermosas casas blancas con su rojo tejado y adornadas con flores, llena de calles sinuosas y mágicos rincones.
Pueblos de Castellón. Villahermosa del Río. Foto por Espanaviajar.
¿Por qué visitar Villahermosa del Río?
Los ríos Carbo y Villahermosa, así como el Pico de Peñagolosa, crean el medio ideal para perderse por los bosques de robles y pinos, hasta llegar a las cascadas y manantiales que inundan esta preciosa comarca.
Además, sus edificios antiguos muestran las huellas de los musulmanes que dominaron estas tierras, y cuyos orígenes veremos en el conjunto de La Muela, donde reposan los restos de su Castillo.
Monumentos y sitios de interés
A pesar de haber sido casi destruido durante la Guerra de Sucesión, Villahermosa del Río, todavía resguarda parte de su inmenso patrimonio arquitectónico y cultural, el cual vamos a conocer desde ahora.
Es así que en la Plaza que lleva su nombre, vemos la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Natividad, hermosa estructura que fue reconstruida a finales del Siglo XVIII, luego de su destrucción.
Su fachada es imponente pero sencilla, y su hornacina estuvo vacía hasta el año 2019, cuando al fin, colocaron la imagen de la Virgen de la Inmaculada, recordando a la titular de este templo.
De su interior, resaltan diversos retablos de los Siglos XIV y XV, así como un cáliz renacentista y una capa y casulla pertenecientes al Siglo XVI, todo de gran valor histórico.
Adosada a la fachada está la espectacular Torre-Campanario, recién rehabilitada.
A pocos pasos vemos la Ermita del Calvario, entre los ríos de Villahermosa y Carbo. De la misma sólo queda el “calvario”, ya que las estaciones del Via Crucis desaparecieron hace mucho tiempo. Se mantiene, sola y aparentemente en abandono.
En el paraje de La Muela se ubicaba el Castillo de estilo mudéjar, que a consecuencia de la Guerra de Sucesión resultó incendiado, por lo cual ahora sólo quedan algunos restos de su muralla.
Desde este lugar se tienen unas preciosas vistas sobre los ríos que circundan esta zona, incluyendo todo el paisaje en los alrededores.
Saliendo de Villahermosa del Río, un encantador pueblo de Castellón, encontramos la Ermita de San Antonio Abad, erigida sobre una peña junto a la carretera, desde el Siglo XIII; su interior es sencillo, y nos recibe un interesante porche.
Otros lugares de Villahermosa del Río que debes conocer
Un poco antes de llegar al Cementerio de Villahermosa del Río, se ubica la Ermita de Santa Bárbara, de la cual, desafortunadamente quedan algunos restos que ya no dibujan la belleza que pudo tener en el pasado.
Este interesante poblado, también cuenta con un pequeño pero hermoso puente gótico, que se ubica sobre el Río Carbo, en dirección al Pico de Peñagolosa.
Otra peculiaridad de este poblado es la nevera del Mas de Peñagolosa, depósito donde se almacenaba nieve durante el invierno, por lo cual se decretó como “Espacio Etnológico de Interés local”.
Ya recorriendo los espacios naturales, existen rutas y senderos que podemos transitar para así disfrutar de los bosques y de la naturaleza.
Entre ellos resalta el Cauce del Río Carbo, lleno de manantiales y cascadas; igualmente, el cauce del Río Villahermosa, nos lleva a conocer barrancos y cursos de agua.
De igual forma, podemos llegar hasta el refugio de rapaces, espacio natural que permite la conservación, especialmente del buitre leonado, así como otras aves que conviven en esta parte de la península ibérica.
Como deporte, podemos practicar el rapel o la escalada, así como la pesca.
Gastronomía y Festividades en Villahermosa del Río
A la hora de sentarnos a la mesa, la cocina villahermosana se llena con olores a pucheros o a guisos con carne de caza; la trucha es muy solicitada así como los embutidos. Los vecinos nos invitan a probar las manzanas de la zona, son una delicia.
Entre sus festividades, inician en enero con las fiestas de San Antonio, y pocos días después se juega a las “butargas” en la fiesta del Pájaro Rey. Para febrero celebran a San Blas, y en mayo se dan las fiestas del Pino Cacho.
Las fiestas Patronales son en agosto en honor a San Bartolomé, con bailes y romerías.
A pesar de un pasado devastador y duro, donde la villa estuvo a punto de perderse, los antepasados evitaron esa desgracia, se levantaron y re-construyeron su terruño, para que los visitantes lo puedan disfrutar.
Sus hermosas callejuelas, riñen con la belleza de sus blancas e impolutas casas decoradas con macetas, y el entorno natural muestra su paleta de colores verdes, mientras el agua de los riachuelos guía nuestros pasos hacia los espacios que regulan nuestra respiración, y nos llenan de aire puro.