El Convento de las Carmelitas de San José, también conocido como Carmelitas de Abajo, es un convento carmelita ubicado en Guadalajara, España, cerca de la Concatedral de Santa María. Fue construido en el siglo XVI y declarado bien de interés cultural en 1992.
Qué ver en el Convento de las Carmelitas de San José
El convento de las Carmelitas de San José es estructura de proporciones armoniosas, rígida practicidad y cierta sobriedad, y es un ejemplo de manierismo clasicista, siguiendo las reglas de otros proyectos carmelitas de la época.
Convento de las Carmelitas de San José - Guadalajara. Foto por santiago lopez-pastor. Flickr.
Sobre una base de piedra, el conjunto (iglesia y convento) tiene una fachada básica de ladrillo. La puerta del monasterio, compuesta de piedra caliza blanca con pilastras lisas, revestimiento de sillar y un frontoncillo ligeramente curvado partido por el escudo de la Orden del Carmelo, se encuentra en el centro de la fachada.
La iglesia de una sola nave, diseñada en forma de cruz latina con los brazos ligeramente dibujados, está situada en el extremo izquierdo del complejo. Presenta un exterior sobrio con una fachada barroca. Una gran ventana con una rejilla encima ilumina el coro, y un frontón triangular con un ojo de buey se eleva aún más.
Sobre el muro derecho de la iglesia se alza un campanario con dos vanos y una triple cúpula piramidal compuesta.
En el interior del templo, los nichos laterales conducen a la nave central, las pilastras toscanas revisten los muros, y una cornisa y una bóveda de cañón con lunetos cubren la nave y el presbiterio. Sobre el crucero se eleva una cúpula de media naranja, con imágenes de santos de la orden en las pechinas.
El retablo mayor, que data de 1674 y abarca toda la cabecera, es barroco.
Historia del Convento de las Carmelitas de San José
Ubicadas inicialmente en Ávila, las monjas solicitaron a Doña Ana de Mendoza, que era a la vez Maestra de Arenas y Duquesa del Infantado, que las trasladara a Guadalajara probablemente por la dureza del entorno y por cuestiones económicas.
Doña Ana aceptó encantada, y con el apoyo de Fray Alonso de Jesús María, el Provincial de la Orden, llegaron a Guadalajara en 1615, ocupando unos edificios que la Duquesa había cedido para ello, en el mismo lugar donde se encuentran ahora. Era la misma calle, Barrionuevo, donde el convento de las Carmelitas de San José hacía sonar sus campanas en ese momento.
Las Hermanas Carmelitas de San José recibieron más ayuda de la que esperaban al poco tiempo de su llegada al Henares, pues no sólo el mecenazgo de los Duques del Infantado, sino también el establecimiento de numerosos monumentos piadosos por parte de los vecinos de la ciudad aumentaron sus posesiones y ahorros hasta convertirlos en verdaderas riquezas.
Sin embargo, ésta no iba a ser una posición a largo plazo. A principios del siglo XVII. Cuando los religiosos presenciaron con horror cómo su nación naufragaba en las batallas de principios de siglo, comenzó el colapso, que se aceleró durante los días de la invasión francesa, cuando se vieron obligados al mutismo, como en 1822. Volvieron al convento una y otra vez. La magnitud de su incapacidad no las alcanzó, pero fue suficiente para llevarlas a la bancarrota y obligarlas a vivir en condiciones precarias hasta 1936.
En 1644 se terminó la iglesia del convento de las carmelitas de San José. Tiene una sola nave y está diseñada en forma de cruz latina, con un enorme altar barroco del mismo siglo en la capilla principal y dos altares algo posteriores del mismo estilo en los laterales del crucero. Entre las obras de arte del monasterio destaca un gran cuadro que representa a Santa Teresa de Jesús, a quien un ángel intenta apuñalar con su lanza. En 1644, Andrés de Vargas lo firmó.
El eminente arquitecto carmelita Fray Alberto de la Madre de Dios es también responsable de la creación de este monasterio y de su catedral. El arquitecto obtuvo un poder de las monjas en julio de 1625 para buscar y contratar constructores para el intrincado proyecto.
En diciembre de ese mismo año, los colaboradores habituales del arquitecto, Francisco del Campo y Jerónimo de Buega, presentaron las fianzas para completar la obra, que se terminó en 1644, siguiendo fielmente el diseño original y dando lugar a una obra conjunta de convento e iglesia con características vistas en otros edificios del arquitecto.
Fray Alberto eleva el cuerpo de la iglesia en ángulo recto con respecto a la calle e instala una pantalla de fachada en la parte delantera, que se relaciona con una mala imagen de las viviendas que las hermanas adquieren para construir el convento sobre ella.
Visita virtual del Convento de las Carmelitas de San José
Cómo llegar al Convento de las Carmelitas de San José
Horarios
Lunes a domingo, de 10 a 13h. y de 17 a 20h.
Para peregrinaciones y grupos previa cita 679141667