Hoy ponemos rumbo a la Serranía Norte de Guadalajara, y en el punto donde se entrecruzan rutas importantes como la del Cid, la del Románico Rural, y la del Quijote, nos espera Atienza, vieja amiga, cuyas piedras nos contarán las historias de hace más de 800 años, historias que queremos conocer y de la que nos queremos empapar, las cuales soportan con dignidad los estragos del tiempo.
¿Por qué visitar Atienza?
Este lugar gozó de un gran esplendor durante la Edad Media, en siglos remotos, pues la altura de la peña sobre la cual se asienta, la hizo lugar perfecto para la defensa. Su crecimiento fue fraguado en el permanente señorío real, en el creciente poderío económico, y al estar protegida por sus murallas y su enorme castillo en lo alto de la roca, se volvió centro de guerras y alianzas, el conocido como “peña muy fuerte” del Cantar del Mio Cid.
Atienza en Guadalajara. Foto por Depositphotos.
Monumentos y sitios de interés
El Castillo de Atienza, con su belleza altiva lo domina todo, pero palideció su estrella y ya no quedan sino ruinas. Sólo vemos la Torre del Homenaje, dos pisos que rematan en una terraza, una gruesa muralla que delimita el patio de armas, y los grandes aljibes tallados en la roca.
Muy cerca, la Iglesia de Santa María del Rey, construida en el año 1112, como un supremo canto al mundo simbólico románico, y desde siempre rodeada por el cementerio de la villa. Lástima que sólo se pueda visitar una vez al año, el día 15 de agosto, coincidiendo con la celebración católica que en ella tiene lugar.
Bajando al interior de Atienza, un pueblo de Guadalajara, se encuentran largos trechos de la muralla aún en pie y algunas puertas como la llamada Arco de Arrebatacapas, que comunica la Plaza de España con la Plaza del Trigo, corazón inicial de este burgo histórico. Por el trazado de sus calles en cuestas, iremos viendo caserones con escudos, y entre las dos plazas, otros edificios antiguos, algunos palacios y casas medievales.
Por la Calle de Cervantes, con edificios vetustos, se llega a la Iglesia de la Santísima Trinidad, en cuyo interior se encuentra el Cristo de los cuatro clavos, y la preciosa talla del Cristo del Perdón, arrodillado sobre la bola del mundo.
En la Plaza del Trigo, se encuentra la Iglesia de San Juan del Mercado, construida sobre los restos de una iglesia románica, el centro de todos los actos de la Semana Santa atencina. Muy cerquita hallas el arco de la Virgen, y atravesándolo llegas a la muy bonita Plaza Mecenas.
En la parte más oriental de la villa, se encuentra la única parte del primitivo Convento de San Francisco, un fino y elegante ábside de estilo gótico inglés.
Otros lugares de Atienza que debes conocer
Al final de las calles de La Salida y del Santo Cristo, se encuentra la Iglesia-Museo de San Bartolomé, rodeada de un patio con árboles y vegetación.
Y si la idea es visitar otro museo, te invito a conocer el Museo de San Gil, alojado en una primitiva iglesia románica, que alberga una interesante colección de arte sacro, así como las exposiciones de orfebrería y arqueología.
Por las callejuelas del pueblo puedes admirar edificios como La Posada del Cordón, con su gran portal y curioso ventanal gótico, además del Palacio de los Rivas y Herrera, con escudos y fachada elegante, o las Fuentes del Tio Victoriano.
También es prudente conocer la Iglesia de Nuestra Señora del Val, las Ermita de Santa Lucía, la Ermita del Humilladero y la Ermita de Nuestra Señora de la Estrella.
Mapa con los lugares que visitar en Atienza
Festividades y Gastronomía en Atienza
Declarada Fiesta de Interés Nacional, la mencionada como Caballada de Atienza es la más importante romería del lugar. Se lleva a cabo el domingo de Pentecostés, y algunos de los participates poseen el derecho de ir ataviados con capas negras.
El Viernes Santo por la noche se celebra la procesión del silencio, y en el mes de octubre se disfruta de la Fiesta Medieval, donde se recrean actividades inspiradas en esa época en el casco histórico del pueblo.
Todas las festividades del pueblo implican grandes comilonas, donde la caza surte las mesas con una gran variedad de productos, desde corzo, jabalí, codorniz, hasta liebre o perdiz. No pueden faltar los cangrejos. Y durante el otoño, no puedes dejar de probar las setas de cardo o los boletos, todo acompañado con un buen vino tinto.
El inolvidable pueblo de Atienza en Guadalajara, nos muestra que la historia se ha unido a las tortuosas calles y murallas empedradas y se refleja en cada edificación. Es el perfecto lugar para “esconderse” del mundo y dedicarnos por un buen rato a contemplarlo, a escudriñar sus ruinas en silencio, y a dejar volar la imaginación, porque indudablemente dejó su marca grabada en nuestra memoria.