Siete siglos del más pintoresco contraste artístico transportan al visitante, desde el gótico del siglo XV hasta el pop art y la figurativa de los tiempos modernos, completando el Triángulo del Arte de la Madrid pictórica. El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza nos muestra más de 1000 las obras que forman parte de esta icónica colección y que el Estado español de forma fortuita y polémica, logra adquirir en julio de 1.993.
Su repertorio de estilos, épocas y pintores, adereza la oferta artística de la insomne Villa de Madrid con obras antiguas y modernas: el resultado es digno de admirar en el emblemático Paseo del Prado, que junto con el Museo del Prado y el Museo Reina Sofía es, sin lugar a dudas, el acervo pictórico de mayor relevancia en toda España.
La sede de la que, hasta hace un par de décadas, fuera la colección privada más grande y valiosa de los tiempos modernos, es el Palacio de Villahermosa, ubicada en el casco histórico de la capital española. Madrid aún cuenta la increíble hazaña de su adquisición, que convierten a esta pinacoteca en la quinta más visitada de España y en la número 61 del mundo.
Historia del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza
Heinrich Thyssen-Bornemisza (1.875 – 1.947) y las obras antiguas
Los primeros registros de la colección datan de comienzos del siglo XX, con la adquisición de siete esculturas de mármol de Auguste Rodin por parte de August Thyssen, padre del primer barón Heinrich Thyssen-Bornemisza. No es sino hasta 1.928 que comienza a constituirse como la colección privada del primer Barón en La Haya.
En apenas diez años los Thyssen obtienen de forma oportuna sus más emblemáticos cuadros antiguos, pues muchos magnates y aristócratas se vieron obligados a venderlos, dada la Gran Depresión de 1.929, situación que les permite comprarlos por precios muy moderados.
Para el año de su muerte en 1.947, el primer Barón logró reunir 525 obras, que tomaron diferentes rumbos, luego de que tres de sus cuatro hijos impugnaran su testamento, repartiendo irremediablemente la colección.
Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza (1.921 – 2.002) incorpora las obras modernas
Su más grande objetivo, en torno a este fondo artístico, fue recuperar la mayor parte posible de las obras adquiridas por su padre e incorporarle elementos de modernidad, como lo hizo al incluir pinturas predominantemente impresionistas y contemporáneas.
A pesar de décadas de esfuerzos, algunas obras relevantes se dispersaron, pero su intensa actividad le permitió comprar en apenas un año más de cien obras de arte, entre cuadros, acuarelas, esculturas, dibujos, tapices, muebles y alfombras.
Para ese año su repertorio gozaba de la fama de ser la colección privada más valiosa del mundo, sin contar con tener la connotación adicional de ser la más variada en lo que a pintura occidental respecta.
Al igual que su padre, su gran preocupación era su futuro y continuidad, pues los asuntos concernientes a la herencia harían difícil mantener el conjunto de arte reunido durante dos generaciones.
Madrid: destino final de la colección
En 1.985 se casa con la española Carmen Cervera, quién jugó el papel decisivo en el destino de este tesoro artístico, al lograr que su esposo incluyera a Madrid como una de sus opciones, luego de haber estrechado lazos con España.
El Barón ya había hecho pública su intención de ceder la colección privada, lo que generó ofertas inmediatas de muchas capitales del mundo: convertirse en la nueva sede de este fondo artístico tan diverso era una oportunidad única, para enriquecer el patrimonio de cualquier ciudad en una sola negociación.
Los expertos afirmaban que se trataba de la colección privada más grande, junto con la de la Corona británica, que agrupaba no sólo seis siglos de obras europeas, sino un repertorio completo de artistas impresionistas como Monet, Van Gogh, Manet, Degas y Renoir, artistas modernos como Dalí, Picasso, Kandinsky, Pollock, entre otros.
Finalmente, luego de un año de discretas negociaciones, el Gobierno español logra la colección Thyssen – Bornemisza, bajo un acuerdo inicial de arriendo por nueve años y medio, para ser adquirida definitivamente en 1.993 por 350 millones de dólares, a solo unos meses de la inauguración al público del Museo.
Qué ver en el Museo Nacional Theyssen- Bornemisza
El Palacio neoclásico de tres plantas de Villahermosa, antigua mansión de los duques de Villahermosa, es la sede del Museo Nacional Thyssen- Bornemisza de Madrid, ubicado en la esquina entre el Paseo del Prado y la carrera de San Jerónimo, antiguo Camino del Sol.
En 1.823 fue la residencia del Duque de Angulema, último delfín de Francia, adquiriendo notoria fama años después por sus eventos culturales. Sirvió de sede de un Liceo Artístico y Literario desde 1.846 hasta 1.856 respectivamente.
Hasta comienzos del siglo XX su interior contaba con espacios muy solemnes, que incluían un amplio salón de baile y una capilla privada. Pero en 1.973 fue reformada con el objeto de albergar oficinas, por lo que fue desprovista de todos sus encantadores salones.
En 1.980 el palacio fue empleado por el Estado para exhibir algunas obras del Museo del Prado, que tenía para ese entonces, grandes deficiencias de espacio. No fue sino hasta que el Gobierno y la familia Thyssen suscribieron un controversial acuerdo, que se adaptan nuevamente sus interiores como pinacoteca, con el objeto de servir de nueva sede de la colección pictórica.
La rehabilitación de sus áreas incluyó la construcción de salas amplias, la reubicación del acceso principal al museo, el manejo de la luz natural a través de lucernarios, pisos de mármol, estuco tostado en las paredes: elementos que en su conjunto generan un ambiente ostentoso y por demás colorido, imprimiendo una personalidad propia a esta exhibición.
Posteriores reformas y ampliaciones se llevaron a cabo en el Palacio con el objeto de incorporar nuevas obras, siendo la más importante la del 2.004, para albergar la exhibición Carmen Thyssen- Bornemisza, adicionando dos edificios cobonitantes al palacio.
Visita Virtual Museo Thyssen – Bornemisza
Vista Virtual
Cómo llegar al Museo Nacional Thyssen – Bornemisza
A pié: Muchas son las opciones para visitar este Museo, pues se puede llegar inclusive a pié porque se encuentra en todo el corazón del centro histórico de Madrid. Los lugares más cercanos son la fuente de Neptuno a 135 metros, el Museo Naval a 208 metros, el Círculo de Bellas Artes a 269 metros, el Museo del Prado a 365 metros y la Plaza de Cibeles a 376 metros andando.
Por Metro: A las estaciones más cercanas al Museo Nacional Thyssen – Bornemisza arriban la línea 1 y 2.
Por tren: las líneas que llegan cerca de este museo son C10, C2 Y C4.
Por Bus: Las paradas de autobús más cercanas son la de Neptuno a 2 minutos, Cibeles a 5 minutos, Círculo de Bellas Artes a 6 minutos y la del Banco de España a 6 minutos y arriban las rutas 10, 14, 27, 34, 45 y 46.
Horarios del Museo Nacional Thyssen – Bornemisza
Las instalaciones del Museo Nacional pueden visitarse en el horario comprendido entre las 10:00 a 19:00 horas, de martes a domingo y entre las 12:00 a las 16:00 horas el lunes respectivamente.
Precios en el Museo Nacional Thyssen – Bornemisza
El costo de la entrada al Museo varía en dependencia de la edad y del día. El costo para los Adultos es de 12 euros, mientras que para los mayores de 65 años y los estudiantes es de 8 euros. También se dispone de la entrada gratuita sólo los lunes de 12:00 a 16:00 horas.